- Además de las religiosas, también han sido asesinados el conductor y al menos otros dos colaboradores y también ancianos y discapacitados que recibían asistencia de la comunidad.
- Tampoco hay noticias del sacerdote indio salesiano Tom Uzhunnalil, que residía en el convento de las hermanas.
- Mons. Paul Hinder, vicario Apostólico de Arabia del Sur, denuncia el silencio de los medios de comunicación o su tendencia a ocultar el motivo religioso de este asesinato.
- Cosa que también denunció el Papa Francisco: "Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia".
Cuatro Religiosas
Misioneras de la Caridad, la Congregación fundada por la madre
Teresa de Calcuta, han sido masacradas por un comando de hombres armados que han atacado su convento el viernes 4 de marzo, en la ciudad yemení de Aden, informó
Fides.
Además de las religiosas, también han sido asesinados durante el ataque terrorista, el conductor y al menos otros dos colaboradores de la comunidad, mientras que la superiora del convento ha escapado a la muerte.
Entre las víctimas también hay ancianos y discapacitados que recibían asistencia de la comunidad. El balance, según fuentes locales, es de al menos 16 victimas, mientras que por el momento no hay noticias del sacerdote indio salesiano
Tom Uzhunnalil, que residía en el convento de las hermanas, después de que la Iglesia de la donde vivía fuese saqueada y dada a las llamas por unos hombres armados no identificados.
Pese a que los grandes medios de comunicación omiten el motivo religioso en la masacre de las Misioneras de la Caridad en Yemen, para Mons.
Paul Hinder, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, "no hay duda que las hermanas han sido víctimas de odio contra nuestra fe", recoge
Aciprensa.
El Prelado, responsable del trabajo apostólico en esta región de inmensa mayoría musulmana, reiteró sus palabras y señaló que "cuando digo que 'murieron por odio a la fe' quiero decir que las misioneras de la caridad murieron como mártires: como mártires de la caridad, como mártires porque testificaron a Cristo y compartieron mucho de Jesús en la cruz".
Mons. Hinder explicó a ACI Prensa que en esta región "hay algunos grupos radicales que simplemente no soportan la presencia de cristianos que sirven a los más pobres de los pobres", pues esto va en contraste con el sistema existente; aunque la población de Yemen "estima y aprecia a las misioneras de la caridad y su dedicado servicio". "Para ser claro: No hay razón para este hecho, a no ser que los autores, deliberadamente o no, sean agentes de los diablos", expresó.
Asimismo, el Prelado se refirió al silencio de los medios de comunicación o –en otros casos- su tendencia a ocultar el motivo religioso de este asesinato. "Sería muy difícil no ver que este hecho fue motivado por una mente religiosa confundida; simplemente no podemos encontrar otra razón", indicó.
Esto también fue criticado por el
Papa Francisco el domingo ante los fieles reunidos para rezar el Ángelus. "Estos son los mártires de hoy. Y estos no son portada de los periódicos, no son noticia. Estos dan su sangre por la Iglesia", expresó emocionado, recoge
Zenit.
En un telegrama, firmado por el cardenal
Pietro Parolin, Secretario de Estado, el Pontífice asegura sus "oraciones por las familias de las víctimas de este acto de violencia insensata y diabólica". Del mismo modo, asegura su oración para que esta matanza "despierte las conciencias, guíe a un cambio de los corazones e inspire a todas las partes a deponer las armas y comience un camino de diálogo".
Este es el segundo ataque que sufren las misioneras de la caridad en Yemen. La primera vez ocurrió en julio de 1998, cuando hombres armados atacaron su centro de cuidados para discapacitados en la ciudad de Al Hodeida, a orillas del mar Rojo, donde murieron dos enfermeras, una india y otra filipina.
Desde el año pasado Yemen sufre un sangriento conflicto entre el movimiento rebelde chiita de los hutíes contra el gobierno del sunita Abdo Rabu Mansur Hadi y una coalición de países árabes encabezada por Arabia Saudita, que lleva a cabo una ofensiva aérea contra los insurgentes desde 2015. Según la ONU, este conflicto ha dejado hasta el momento más de 6.000 muertos.
En medio de esta guerra, en septiembre del año pasado otro grupo de hombres armados atacó la iglesia de la Sagrada Familia, en Adén.
El martirio de las cuatro misioneras de la caridad a manos de extremistas musulmanes se suma al de los más de 50 cristianos decapitados por el Estado Islámico en las costas de Libia en febrero y abril de 2015; al de los más de 140 estudiantes asesinados en la Universidad de Garissa (Kenia) por Al Shabab en abril de ese mismo año; y a los muchos otros cristianos asesinados por extremistas musulmanes en Irak, Siria y otras zonas de Medio Oriente y África.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com