- El fiscal de Ginebra pacta una "solución negociada" para que el banco pague 38 millones según "los beneficios indebidos" que obtuvo por sus operaciones de blanqueo y evasión de capitales. ¿Y el delito?
- Y después se queja de que el banco no informaba, los reguladores no actuaban y de que las leyes suizas no son contundentes para frenar la entrada de fondos de origen criminal.
- El de Suiza es el primer juicio tras el escándalo fiscal masivo descubierto por Falciani. El HSCB tiene causas penales pendientes en varios países.
- Mal comienzo: se repite en síndrome del Metro de Madrid.
El banco británico
HSBC ha llegado a un acuerdo para pagar 38 millones de euros en Suiza por su complicidad en el
fraude fiscal masivo orquestado desde su filial helvética. No parece mucho, teniendo en cuenta las cifras de vértigo que se han sabido tanto por el número de clientes defraudadores (de numerosos países) como por el dinero evadido. Y a uno le recuerda lo que cuentan como el síndrome del
Metro de Madrid: "Detenga el tren con la palanca de freno, caballero, que la multa es sólo de cinco pesetas". Así pasaba en el suburbano de la capital. La travesura, que algunos encontraban divertida, se pagaba con eso: cinco pesetas.
Fue el fiscal del cantón de Ginebra,
Olivier Jornot, quien informado, ayer jueves, de la
"solución negociada" con el banco. Y es en este punto donde está lo sorprendente.
Por un lado, la cantidad que abonará el HSBC, explicó, es la más alta pagada nunca en el
cantón de Ginebra, pero se ha acordado con el banco teniendo en cuenta "los beneficios indebidos" con sus operaciones de
blanqueo y
evasión de capitales. Es decir, el banco no paga por el delito sino por los beneficios que obtuvo con sus prácticas bancarias irregulares. Como ha quedado demostrado por la investigación, el HSCB fue cómplice para ocultar la procedencia de los fondos ilícitos.
Y por otro, Jornot ha culpado a la "
debilidad de las leyes suizas", que permiten casos como el juzgado, en los que se confirma la entrada de fondos de origen criminal. Es más, añadió que "es muy fácil pedir que investiguemos, pero el problema es la ley, que no castiga a los intermediarios que aceptan fondos de origen dudoso"; o sea, al HSBC. Y tampoco funcionaron correctamente los
reguladores para detectar las situaciones de riesgo.
Que pague el HSBC sólo en función de lo que se lucró ("beneficios indebidos") es un peligroso
precedente. El de Suiza, al fin y al cabo, es el primer caso que se juzga por el escándalo de la evasión fiscal masiva descubierto tras las revelaciones del ex empleado del banco en Ginebra
Hervé Falciani. Pero el banco tiene causas penales pendientes por el mismo motivo en Bélgica, Francia, Brasil, Argentina o Estados Unidos. Hay en curso hasta
nueve investigaciones separadas en todos los continentes.
Lo que ha concluido, de momento, es la investigación criminal en Suiza, que comenzó en febrero con el registro de su sede en Ginebra.
Rafael Esparza
rafael@hispanidad.com