Según publica Vozpopuli, Arancha González Laya ha concedido una entrevista a Vanity Fair -como ya hiciera en su día Irene Montero- en la que ha descubierto aspectos de su vida personal y académica. Por ejemplo, confiesa que decidió estudiar en la Universidad de Navarra para "no perder el tiempo en la pública". Pero es una gran defensora de esta última. Pero, eso sí, que quede claro que Laya es una gran defensora de la pública...para el resto del publico estudiantil, parece ser.

Tal como explica Laya en la entrevista: "Cuando decidí estudiar Derecho elegí la Universidad de Navarra. Siempre he sido una defensora de la educación pública pero no quería perder el tiempo", argumenta Laya sobre su decisión, que posteriormente justifica haciendo referencia a cómo afecto la violencia de ETA a las clases de la educación pública, algo que vivió en primera persona. "Fue muy duro para toda la sociedad, porque tuvo muchas ramificaciones, la escuela se quedó muy afectada, con muchísimas pérdidas de horas lectivas. En Tercero de BUP yo perdí el 40% de clases".

Durante la entrevista, Laya también habla sobre la percepción de que es más conocida fuera que dentro de España. “Más de la mitad de las entrevistas que concedo son a medios extranjeros. Es lógico que en mi caso sea más mediática fuera de mi país que dentro. -Eso lo dijo antes de la crisis de Ceuta, claro está-. De todas formas, a mí lo que me preocupa es saber qué voy a hacer para que las relaciones exteriores de España aporten un poco más de estabilidad y de mejora a los ciudadanos”- Ministra, a lo mejor en Ceuta tiene su oportunidad para ponerse a prueba.

En su plano más personal, la titular de Exteriores ha remarcado la figura de Salvador Illa, ministro de Sanidad durante la primera fase de la pandemia de la covid y ahora líder del PSC, con el que tuvo que afrontar mano a mano la repatriación de 60.000 españoles que se encontraban en el extranjero cuando estalló la pandemia, además de la adquisición de equipamientos médicos, respiradores, mascarillas y la compra de vacunas para países pobres. “Salva es una persona muy íntegra y seria. Una persona con quien puedes gestionar cualquier cosa, hasta en los momentos más difíciles, porque es estable y a la vez muy cariñoso. Lo adoro”.