• Jeb Bush está casado con una mexicana desde hace 41 años y habla español de manera habitual durante sus intervenciones.
  • Trump, en su prepotencia anglosajona, olvida que el español se ha hablado ininterrumpidamente en los actuales EEUU desde el siglo XVI (o sea, antes que el inglés).
  • Más de 41 millones de estadounidenses tienen un dominio nativo del español y más del 73% de las familias hispanas utilizan el español para comunicarse.
  • Los 53 millones de hispanos de EEUU constituyen la 14ª potencia económica del mundo.
  • Y el español es el idioma que se estudia con mayor frecuencia en todos los niveles de enseñanza en Estados Unidos.
El magnate Donald Trump (en la imagen), favorito para alzarse con la nominación republicana para ser candidato a la Casa Blanca, criticó a uno de sus principales contrincantes en las primarias del Partido Republicano, el ex gobernador de Florida Jeb Bush, por hablar español durante la campaña electoral, informó Europa Press. "Me gusta Jeb. Es un buen hombre. Pero debería dar ejemplo hablando inglés mientras está en Estados Unidos", dijo Trump. Hay que recordarle a Trump que la lengua española ha estado ininterrumpidamente presente en el territorio de los actuales Estados Unidos desde el siglo XVI. En 1513, Juan Ponce de León fue el primer español conocido por haber visitado los actuales Estados Unidos (específicamente La Florida). En 1565, Pedro Menéndez de Avilés funda San Agustín, en La Florida, la ciudad europea continuamente ocupada más vieja del territorio de Estados Unidos. El texto de la primera gramática en español en Estados Unidos apareció en Georgia en 1658. Pero es que hablar español en EEUU no debería extrañar en un país en el que hay 53 millones de hispanos; donde más de 41 millones de estadounidenses tienen un dominio nativo del español y donde más del 73% de las familias hispanas utilizan el español para comunicarse. El español es, además, con mucha diferencia el idioma que se estudia con mayor frecuencia en todos los niveles de enseñanza en Estados Unidos. Y según el informe 2015 'El Español: Una Lengua Viva' del Instituto Cervantes, en términos absolutos, el poder adquisitivo hispano se duplica cada década en los Estados Unidos: 212.000 millones de dólares en 1990, 489.000 millones en 2000 y 978.000 millones en 2009. Por otra parte, el tamaño de la comunidad hispana en el país es lo suficientemente grande como para influir directamente en el contenido de la programación de los medios de comunicación. Y el impacto de los anuncios en inglés aumenta el 30 por ciento entre la comunidad hispana una vez que estos se emiten también en español. Además, Trump ha venido realizando con frecuencia declaraciones ofensivas contra los hispanos en general y los mexicanos en particular. Está claro que Trump no tiene especial simpatía por lo hispano y se convierte en paradigma de un cierto complejo de superioridad anglosajón. Lo explica muy bien en su libro  'La leyenda negra' el historiados Joseph Pérez: "Samuel Huntigton, teórico del 'choque de civilizaciones', publicó en 204 un libro para denunciar los peligros que la presencia de los latinos hacía correr, según él, a la cultura 'angloprotestante' propia de los EEUU. La identidad nacional de los EEUU descansa en la raza blanca, la etnia anglosajona y el protestantismo". (…). "En cambio los hispánicos plantean un problema. Ya son millones los que han cruzado o cruzan la frontera, la mayoría de las veces de forma ilegal; constituyen una amenaza; su presencia ha de desembocar por fuerza en una lucha 'lengua contra lengua', 'cultura contra cultura'". Trump seguro que ha leído al racista Huntigton... No es de extrañar, por tanto, que en estos momentos, los hispanos odien a Trump y que Jeb Bush sea más popular entre los hispanos que entre la población de raza blanca. Una encuesta de ABC/Washington Post difundida este miércoles muestra que Bush es visto positivamente por un 43% de hispanos, frente a un 39% de blancos. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com