Atlantia y ACS, en esa merienda de negros que ha sido la operación opas frustradas-opa pactada, aseguran disponer ya de la financiación adecuada.

Caixa-Criteria ni tan siquiera ha conseguido hacerse con la tecnológica Cellnex, que Atlantia ha traspasado, sin que Florentino diga ni pío, a los verdaderos dueños y señores de la empresa italiana: los Benetton.  

El control de Cellnex se ha escapado pero, junto a Agbar, constituirán el estilo de la Nueva Criteria 

Todo está consumado: lo que fue el primer grupo industrial de España se convertirá en una sociedad de cartera, con participaciones financieras en distintos sectores -todavía por definir- pero ojo, es el paso del mayor grupo industrial de España a una sociedad de cartera.

De hecho, el caso Cellnex y el de Suez-Agbar, haciendo de la necesidad virtud, se convierten en el arquetipo de la nueva Criteria: participaciones no mayoritarios y, lo más importante, sin control de la gestión.

Y Repsol y Telefónica, vía Caixabank, también

Porque la Nueva Criteria, tras la venta de Abertis y Cellnex, y la reducción del los objetivos en Suez-Agbar, queda reducida a Gas Natural Fenosa (GNF), encima controlada por los dos fondos de capital-riesgo, como son GIP y CVC.

Además, las participaciones, vía Caixabank, de Repsol y Telefónica, también operan en el nuevo escenario. Son participaciones vía Caixabank por no lo son ni de control (en Telefónica manda Pallete) ni en Repsol (manda Brufau).

¿Quién será el primer ejecutivo de la nueva Criteria? Isidro Fainé.