• El primer ministro traslada al Parlamento las medidas que aplicará para impulsar la economía griega.
  • Hay medidas acertadas, como la subida del salario mínimo de 586 a 751 euros mensuales a partir de 2016 o las reducciones del gasto en seguridad, aviones o coches de los cargos públicos.
  • Y medidas desacertadas como la recontratación de los funcionarios despedidos (gastos público) o la reapertura (ideológica) de la televisión pública ERT.
  • La filosofía de la reforma fiscal será que cada ciudadano y cada empresa contribuya a los ingresos del Estado de acuerdo a sus capacidades.
  • Cae en la demagogía al reclamar a Alemania la devolución del préstamo forzoso que dieron los griegos a los nazis o al pedir reparaciones de guerra para las víctimas de la ocupación.
  • Traslada el pulso a la UE al exigir a a los acreedores "que negocien con nosotros los medios técnicos" para devolver la deuda. 

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, ha explicado en el Parlamento griego una serie de medidas que quiere poner en marcha de inmediato para hacer frente a la desastrosa situación económica que vive el país.

Entre esas medidas las hay justas e injustas. Vamos con las que parecen justas. Por ejemplo, una medida justa es el reestablecimiento gradual del salario mínimo en 751 euros mensuales (desde los 586 euros actuales) a partir de 2016. Y lo es porque el salario mínimo sirve de referencia para fijar los salarios en las empresas privadas, que en Grecia seguro que son de miseria si se parte de esos 586 euros actuales. Se trata de que los griegos puedan vivir con dignidad y poder hacer frente a los gastos de susbsistencia de una familia.

También parece justa la ayuda alimentaria, la electricidad gratuita (para los más castigados por la crisis) y el pleno acceso a la sanidad. La situación económica ha provocado situaciones extremas de pobreza para capas muy amplias de la población. 

Igualmente, Tsipras también ha anunciado un ambicioso plan de reforma de las administraciones públicas, que en su primera fase durará seis meses y que incluye importantes reducciones del gasto en seguridad, aviones o coches a disposición de los cargos públicos, medidas estas últimas que no están mal. Por ejemplo, eliminar el privilegio de los diputados de disponer de coche. Además, el Gobierno reducirá en un 30% el personal de la sede del Gobierno, y en un 40% las escoltas del primer ministro.

Estas eras sus palabras: "Dentro de seis meses habremos concluido la primera parte de estas reformas. Recortaremos los privilegios de los ministros y de los diputados, reduciremos los ejércitos de consejeros, eliminaremos la mitad de los coches de los ministerios y los venderemos junto con uno de los tres aviones del gobierno".

El primer ministro griego ha anunciado, igualmente, que reestablecerá los convenios colectivos eliminados en los últimos años y ha asegurado que las pensiones inferiores a 700 euros recuperarán la paga extraordinaria eliminada por el anterior Gobierno.

En la lucha contra la evasión fiscal, el primer ministro ha anunciado que se procederá inmediatamente al control de los grandes depósitos que no tienen justificantes fiscales y se eliminarán las leyes que amnistiaban de antemano a los funcionarios que trabajan para el Banco de Grecia y la entidad encargada de las privatizaciones TAIPED.

Tsipras anunció una amplia reforma fiscal a medio plazo, cuya filosofía será que cada ciudadano y cada empresa contribuya a los ingresos del Estado de acuerdo a sus capacidades y que acabe con una situación que permitía que las personas con los mayores ingresos pudieran librarse de pagar impuestos. "Nos comprometemos a crear un sistema simple que trasladará el peso de imposición a los ingresos mas altos", ha dicho. También promete reestablecer la base impositiva exenta en 12.000 euros anuales y se eliminará el polémico impuesto inmobiliario sobre la primera vivienda, que será sustituido por uno sobre las grandes propiedades.

Sin embargo, no parece justo ni defendible la recontratación de los empleados públicos que fueron despedidos debido a la sobreabundancia de funcionarios, muchos de los cuales vivían del cuento y habían sido contratados por nepotismo: limpiadoras ministeriales, guardias escolares y funcionarios de las universidades.

También es totalmente prescindible la reapertura de la televisión pública ERT, pues lo urgente y necesario es atender a los necesitados y la televisión pública es un gasto superfluo.

En definitiva, son justas las medidas para ayudar a los más necesitados y son injustas y prescindibles medidas superfluas tendentes a aumentar el gasto público.

El primer ministro de Grecia, en un ataque de demagogia, también ha anunciado que reclamará a Alemania la devolución del préstamo forzoso que dieron los griegos a los nazis durante la II Guerra Mundial y pedirá reparaciones de guerra para las víctimas de la ocupación. El préstamo obligatorio de 476 millones de reichsmark (moneda utilizada en Alemania hasta 1948) nunca fue devuelto a Grecia. En 2012, una comisión del Parlamento alemán estimó en cerca de 7.000 millones de euros el valor actual de ese préstamo.

Al final, Tsipras ha asegurado que Grecia quiere pagar su deuda y opina que si los socios quieren lo mismo, deben "negociar con nosotros los medios técnicos para hacerlo". Ha añadido que la deuda ha "sobrepasado el 180%" del producto interior bruto (PIB). Pero lo que no puede hacer el líder griego es mostrar prepotencia, porque no está en condiciones de mostrarla, con esa deuda salvaje que tiene el país.

Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com