• Gaspar Anabitarte, representante de la COAG, explica a Hispanidad que no se puede hacer ni siquiera negociar: lo impiden las leyes de competencia europeas.
  • Formalmente no, pero sí informalmente, como ha pasado en Francia. Pero la industria láctea no muestra sensibilidad.
  • El acuerdo que se firmará mañana en el Ministerio favorece a la industria y perjudica a los ganaderos. COAG y UPA lo rechazan.
  • El documento original sí incluía el cobro por encima de los costes de producción y respetar la producción del último año, pero todo esto se ha eliminado.
En el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ya ha comenzado la cuenta atrás para poner punto y final a la crisis láctea. Su titular, Isabel García Tejerina, ha convocado mañana al sector para firmar un acuerdo, que no incluirá un precio mínimo y "beneficiará a todos los ganaderos", pero es sólo su visión: no todo es tan bonito como parece. Gaspar Anabitarte, representante de la COAG, subraya que, como dice la ministra, "fijar un precio mínimo es ilegal", pero también lo es "vender leche por debajo de los costes de producción" y son muchos los ganaderos que lo están haciendo. Anabitarte señala que es cierto que no se puede fijar un precio mínimo, ni siquiera negociarlo, pues lo impiden las leyes de competencia europeas. Es más, incumplir esto conlleva fuertes sanciones. Por lo tanto, formalmente no se puede hacer, pero sí "informalmente". Es lo que ha sucedido en Francia, donde la distribución, la industria y los ganaderos han 'pactado' un precio mínimo de 0,34 euros/litro de leche. Sin embargo, en España, la industria láctea "no muestra ninguna sensibilidad", afirma Anabitarte, a pesar de saber de que "si nos paga poco nos arruinamos y desaparecemos". De hecho, el año pasado desaparecieron unas 2.000 explotaciones de un total de 19.000. La falta de sensibilidad de la industria láctea en nuestro país es el principal motivo de que haya ganaderos con "precios aceptables, aunque bajos" y otros con precios "catastróficos"; tenemos "los mejores y los peores precios", añade el representante de la COAG. Y la situación se agravó más con el final de las cuotas lácteas que tuvo lugar hace unos meses, aunque Europa no va a reconocer que fue un desastre. Volvamos al acuerdo lácteo. Se firmará mañana en la sede del Ministerio, pero favorece a la industria y perjudica a los ganaderos, según Anabitarte. Por esta razón, COAG y UPA, que representan a la mayoría del sector ganadero lechero (a cerca del 60%), lo rechazan y no lo firmarán. Anabitarte nos cuenta que en el documento original, el Ministerio sí incluía el cobro por encima de los costes de producción, así como respetar la cuota de producción del último año. Sin embargo, ambos aspectos, que eran la "clave que necesitábamos para firmar el acuerdo" se han eliminado. Es decir, el documento original del Ministerio se ha devaluado y no tiene ninguna garantía jurídica que permita cambiar los malos hábitos que la industria y la distribución llevan años teniendo. Cristina Martín cristina@hispanidad.com