China, segunda potencia del mundo, está sufriendo los efectos económicos de la epidemia del coronavirus. Y con China, lo está notando todo el mundo y en diverso sectores.
Así, por ejemplo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) confirmó la semana pasada que la demanda global de petróleo ya está sufriendo el golpe del coronavirus, en buena medida por las cancelaciones de vuelos. El cartel ha reducido el incremento previsto del consumo global de crudo para el conjunto del año en 230.000 barriles diarios, dejando el aumento final en menos de un millón de barriles por día: una merma de casi la quinta parte de lo esperado hasta ahora, recogió El País. Y en lo que respecta a los precios, si en diciembre el precio del barril de Brent ascendía a 67 dólares, ahora ronda los 53, afirma Magnet.
Si en diciembre el precio del barril de Brent ascendía a 67 dólares, ahora ronda los 53
Por otra parte, la desaceleración de China en respuesta al coronavirus ha hecho que la industria naviera mundial se desvíe de su rumbo, con tasas de tránsito que caen a niveles mínimos, indica un reporte de Financial Times que recoge Mundo Marítimo.
Hasta Apple ha alertado del efecto de la crisis tanto sobre la fabricación de teléfonos como sobre la demanda en China. Una de las mayores empresas de tecnología del mundo ha asumido que el presente trimestre fiscal va a ser terrible para sus cuentas financieras. No va a cumplir con las expectativas de ingresos debido al impacto del brote de Covid-19 -coronavirus- afectando tanto a la producción como a la demanda. En un escueto comunicado difundido este lunes, Apple asume que las medidas de contención del virus va a limitar la producción de los nuevos dispositivos iPhone y reducirá la demanda de productos en China, informa ABC. La cotización de la compañía se ha desplomado más de un 4% en el premercado bursátil.
Y es que cuando China estornuda, el mundo se resfría.