• Caixabank lucha en dos frentes: levantar las restricciones al control y librarse de Angola.
  • El asunto surge por cuanto el Banco Central Europeo (BCE) se dispone a multar el riesgo africano con más exigencias de recursos propios.
  • Es difícil negociar con una mujer podrida de dinero gracias al petróleo, hija del expresidente de Angola, en un país donde se vive con dos dólares al día.
  • Pero esta vez la dirección está con los españoles.
  • Y Caixabank advierte al gobierno de Lisboa: si la operación sale bien, sí estarían dispuestos a comprar una porción de Novobanco.
Corremos el riesgo de perdernos en el galimatías del banco portugués BPI, filial, presunta filial, de Caixabank en Portugal. Por partes. Caixabank posee el 44% de BPI. Sin embargo, no manda un pimiento. Por normativa y por estatutos, sólo vota por el 20%. Manda el equipo directivo luso. Pero no manda del todo, porque ahí está doña Isabel dos Santos (en la imagen), dueña del 21%, y del banco angoleño filial -que tampoco lo es- de BPI. Estamos hablando de la hija del presidente de Angola, José Eduardo dos Santos. Hablamos de una de las grandes fortunas africanas -padre e hija- gracias al petróleo pero el pueblo angoleño sobrevive con dos dólares al día. Y es doña Isabel dos Santos quien ha colocado la proa a Caixabank. Sin mi banco angoleño, sin mi participación, no os podéis mover. Ahora bien, a partir del próximo 10 de abril, el Banco Central Europeo (BCE) multará, con sanción diaria, el tiempo de permanencia de BPI con el 'riesgo angoleño', un riesgo que le parece extraordinariamente arriesgado a los chicos de Mario Draghi. Eso significa que los directivos de BPI se han puesto las pilas y ahora sí están dispuestos a que los angoleños se marchen con viento fresco. Cuanto antes mejor. Ahora bien, para pagarle su participación a doña Isabel, o intercambiar BPI por el control de la filial angoleña, La Caixa exige que se levante el veto, tanto normativo o estatutario, al control de la gestión. En plata, que si tiene el 44% del capital del BPI voten por el 44%, no por el 20%. Y en segundo lugar que doña Isabel no se suba a la parra y pida una cantidad decente, que no le haga pasar apuros a fin de mes. Hay más. Si esto se cumple y Caixabank se hace con BPI, entonces podría ayudar al Gobierno lisboeta a librarse de su pesadilla actual, que es Novobanco. No entero, pero sí algún trozo. Otros, como el Santander, están en la misma idea. Eulogio López eulogio@hispanidad.com