Bayer, el campeón de los abortivos: no compre aspirinas… ni ninguna otra cosa de Bayer
- Los accionistas protestaron durante la junta general de los efectos secundarios de las píldoras Yaz o Yasmin.
- Por ese mismo motivo, la multinacional germana tuvo que pagar en 2014 en EEUU más de 1200 millones por casi 9.000 demandas.
- "Muchas mujeres y niñas están esperando todavía una declaración honesta de Bayer", se escuchó en una de las intervenciones críticas.
Que la farmacéutica alemana Bayer pagara el año pasado unos 1.241 millones de euros para arreglar las casi 9.000 demandas planteadas en EEUU por los efectos secundarios de sus anticonceptivos orales, como Yaz o Yasmin, no quiere decir que haya desaparecido la polémica por esas píldoras vestidas de fármacos. De hecho, en la última junta de accionistas del grupo, celebrada a finales de mayo, volvieron a sobrevolar, entre otras muchas protestas, los perjuicios de sus anticonceptivos.
En la imagen, los padres de una niña de 15 años que murió por embolia, uno de los efectos secundarios del Yaz o el Yazmin. La joven había tomado la píldora sólo durante dos meses, como se indica en el cartel: "NO ES UNA CASUALIDAD!! Lena, 15 años. Dos meses tomando la píldora y la consecuencia fue una embolia que le provocó la muerte".
Dura historia. Las píldoras anticonceptivas peligrosas no fueron el único frente de quejas. Durante la junta, intervinieron hasta 26 accionistas críticos con la actividad de la multinacional en distintos campos como los plaguicidas, los cultivos transgénicos, la contaminación por plásticos o la guerra química, según la información facilitada por la Coordinación contra los peligros de Bayer, una organización que vigila desde 1983 los excesos de la multinacional en diferentes ámbitos.
Para denunciar los efectos secundarios de las píldoras anticonceptivas, tomaron la palabra en la junta de accionistas la joven Kathrin Weigele (en la imagen superior) y la señora Felicitas Rohrer (en la inferior). Weigele denunció que las píldoras Yasmin tienen dos sustancias que entrañan un mayor riesgo de trombosis o embolia, y que ella misma "había sufrido una embolia pulmonar bilateral severa, que derivó después en hipertensión pulmonar y un riesgo de insuficiencia cardíaca aguda". Y añadió: "Todavía hoy el dolor en los pulmones, el corazón y el pecho son frecuentes; la píldora Yamin se ha convertido para en mí en una píldora para la vida".
La trombosis forma un coágulo que tapona un vaso sanguíneo. La embolia es un cuágulo que ha viajado a otro sitio a taponar. Felicitas Rohrer abundó en la misma línea que Weigele: "Casi me muero de una embolia pulmonar doble en julio del año pasado. La razón fue precisamente acudir a la píldora anunciada como Yasminelle". En las dos intervenciones se repasaron numerosos estudios realizados en distintos países que plantean los riesgos de esos dos anticonceptivos y volvieron a plató, cómo no, a la demandas planteadas por esta cuestión en Estados Unidos. "Muchas mujeres y niñas están esperando una declaración honesta de Bayer", terminó la joven.
Como hemos informado en otras ocasiones, tolas esas pastillas son anticonceptivas y además potencialmente abortivas, que es lo que Bayer oculta. Esas pastillas provocan un barrido en el cuello del útero para evitar la fecundación. Pero la multinacional escapa como de la pólvora en cualquier debate sobre la inevitable cuestión de las futuras vidas. Le preocupan únicamente las cifras del balance, medidas en este caso en forma de indemnizaciones. Y tampoco desde este punto de vista parecen preocuparle mucho. Los resultados de 2014 mostraban cómo Bayer se alegra de su negocio abortivo.
En febrero de este año dejó la presidencia de la división de HealthCare, Olivier Brandicourt, para fichar por Sanofi. A Brandicourt, como señalamos entonces, le da igual vender un abortivo que un antigripal. Le sucedió en el cargo Werner Baumann, que ya ocupó cargos entre 2002 y 2009 en el área más abortista de Bayer. Rafael Esparza