• El gigante británico (y global) gana 6.098 millones, sólo 2.000 más que el Santander.
  • Lo peor: garantiza el dividendo con el recorte de costes, no con mayores ingresos, la tónica en toda la banca.
  • HSBC sigue marcado por su pasado: la salida de Brasil le ha costado 1.584 millones.
  • Engorda un 41% la partida de provisiones por impagos, hasta 5.000 millones.
El gigante bancario británico HSBC sigue marcado por su pasado, indefectiblemente asociado a sus malas prácticas bancarias. El último episodio, que no el único, fue su colaboración en la evasión fiscal masiva orquestada desde su filial suiza. Y a partir de ahí, anunció la fase en la que está ahora: un duro ajuste, que ha supuesto el recorte del 25% de la plantilla, y su salida de algunos países como Turquía o Brasil. De esos polvos vienen estos lodos, en fin, ahora en forma de resultados. Desde ahí son compresibles las cuentas del HSBC hasta septiembre, en las que sobresale un recorte del 54,8% en el beneficio (6.098 millones de euros) y eso que es un banco global (presume de ello), aunque ha ganado sólo 2.000 millones más que el primer banco español, el Santander. Las comparaciones son odiosas pero en ese caso ilustran. Ahora bien, el objetivo es mantener el dividendo. ¿Cómo? Con la siega que está llevando a cabo, que le ha supuesto un ahorro en costes de 2.545 millones de euros, según el consejero delegado, Stuart Gulliver (en la imagen). Pero la pesadilla no ha terminado. La desinversión en Brasil le ha supuesto una mordida de 1.584 millones de euros. No ha dejado el país por ganas (vendió su negocio a Bradesco) sino porque no le quedó otra, mientras busca el horizontes de mercados menos estrictos en la regulación bancaria. Dicho lo cual se entiende mejor la doble penalización que encaja de momento el HSBC. Por un lado, la del estrechamiento de márgenes, el mismo sufren el resto de los bancos por el impacto de unos tipos de interés en mínimos históricos del 0%. Ahí está la explicación de la caída en sus ingresos del 18,8% (35.438 millones), a pesar de haberlos aumentado un 3,3% en intermediación. Y por otro, HSBC ha tenido que engordar un 41% su partida de provisiones por impagos, a 5.000 millones de euros. Sorprende, cuando ha recortado en 51.818 millones sus activos de riesgo, como ha asegurado Stuart Gulliver. A HSBC, en suma, le queda un largo recorrido para salir de su crisis, en la que juega también lo suyo el Brexit y las sombras que pesan sobre la City londisense. Rafael Esparza