La ministra Teresa Ribera ha convertido el cambio climático en una religión idolátrica. Y se trata de una religión de dogmas falsos. Para el Gobierno de don Pedro Sánchez, todo aquel que no adore a la diosa tierra (Gaia) no sólo es un hereje: además, es un idiota. Por ejemplo: Antonio Brufau, presidente de Repsol.

Historia. Brufau aconseja cautela en los objetivos sobre cambio climático. al Gobierno Sánchez, no vaya a ser que, por querer ser los más listos de la clase, acaben en los más idiotas.

Pero ojo, lo malo no es que Teresa Ribera insulte a Brufau, lo grave es que insulta, o al menos siembra la sospecha, sobre Repsol.

Por lo demás, el calentamiento mental se dispara en junio. Es lógico, hace más calor y el sol agobia más que en cualquier otro mes del año, con la radiación ultravioleta en máximos.
Pero eso no significa que nos volvamos histéricos ante el cambio climático, justamente cada mes de junio, ni que debamos amargarnos por las apocalípticas -y falsas- predicciones de los nuevos sacerdotes del calentamiento global, que suelen resultar bastante falsas. Por ejemplo, de la ministra Teresa Ribera, del muy progresista gobierno de Pedro Sánchez.

Ahora bien, si usted pretende convertir el cambio climático en una religión, que además sea un credo de dogma ciertos, no falsos. Por ejemplo, si a usted le preocupa descarbonizar la economía, porque de eso depende el futuro del planeta… ¿por qué razón cierra las centrales nucleares que en nada contribuyen al calentamiento global?
Así que disfrute de la vida, que es muy hermosa.