El irlandés Colman Deegan, Ceo de Vodafone España, ni se preocupa en desmentir el rumor que corre por todo el sector teleco. Digo todo, pero por concretar, los chismes que inundan Telefónica, Orange y la propia MásMóvil, quizás en está última más que ningún otro sitio.

La especie propalaba que Vodafone España tendría que unirse con MásMóvil, el operador low-cost por excelencia que ya ha culminado su, veremos si éxitosa, absorción de Euskaltel.

No se preocupa en desmentirlo porque lo cierto es que Vodafone España tiene claro que no va a fusionarse con nadie. Antes, tendrá que clarificar su rumbo para el otoño con un plan estratégico que, se llame o no así, también está siendo preparado en Telefónica de España, en Orange España y, algo menos, en MásMóvil, que bastante tiene con deglutir a los vascos de Euskaltel. No, en Vodafone España no piensan en fusión. Y ya tuvieron razón cuando todo el mundo les casaba con MásMóvil… y no hubo boda.

Total, que Vodafone España rechaza cualquier tipo de acuerdo con MásMóvil-Euskaltel… y hace bien. Sobre todo porque las cuatro telecos dominantes en español están llamadas a reinventarse en septiembre: no hay rentabilidad y caen los ingresos, así no vamos a ninguna parte. Y además de que la rentabilidad esté por los suelos, hay mucho que invertir.

Precisamente, la vicepresidente, Nadia Calviño, trata de detener una tendencia imparable que podríamos resumir así: a los que no invierten en digitalización de España les va mejor a que a los que sí lo hacen.

Y el 5G ya está aquí, lo que exige nuevas inversiones. El éxito de MásMóvil es la suma de dos especulaciones: la tecnológica, utilizar las redes ajenas, según condiciones tasadas por la Administración y la presencia de fondos, es decir, de especuladores, como fundadores de MásMóvil. Dividendos pocos pero apelación al mercado, mucha. Y , como siempre, la teoría de la bicicleta, tan querido por los Cinven, KKR o Providence: no dejes de pedalear, de realizar operaciones, o te caes. La última: comerse a Euskaltel, que no aporta la mejor de las dotes y ha elevado la deuda de MasMóvil.

Mientras, Calviño trata de detener una tendencia imparable: a los que no invierten en la digitalización de España les va mejor a que a los que sí lo hacen

En cualquier caso, en España, el sector telecos está al borde del abismo. El cambio es más profundo que la distinción entre cliente Premium y ‘low cost’. Hablamos de los servicios que a partir de 2022 tendrá que prestar una teleco.

Así que Vodafone hace bien en no querer saber nada con MásMóvil.