Vodafone España facturó 1.077 millones de euros durante su tercer trimestre fiscal, que va del 1 de octubre al 31 de diciembre. Es un 1,9% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior y es una buena noticia, aunque solo en parte: la subida se debió a la venta de terminales y dispositivos, que aumentó un 19,4%, según las cuentas difundidas este miércoles por la compañía. La venta de terminales no es el negocio ‘core’ de Vodafone ni de ninguna teleco.

Los ingresos por servicio, sin embargo, descendieron un 1,6%, hasta 940 millones de euros, impactados por el avance del low cost y la agresividad de las campañas comerciales de la competencia. Vamos, lo habitual en el sector desde hace ya varios años, y que tanto daño está haciendo a las grandes compañías con oferta premium.

La pelea low cost se vio, sobre todo, en el desempeño comercial. El número de clientes móviles de contrato se redujo en 53.000, hasta 11,4 millones; los de banda ancha en 50.000, hasta 3,1 millones y los de TV en 44.000, hasta 1,5 millones. Los únicos clientes que aumentaron fueron los de Lowi, la marca de bajo coste del grupo, y lo hicieron con fuerza: 83.000 nuevos clientes, hasta 1,4 millones.

En los nueve primeros meses de su ejercicio fiscal, Vodafone España facturó 3.108 millones de euros, un 1,9% más que en el ejercicio anterior, pero redujo los ingresos por servicio un 1,2%, hasta 2.836 millones de euros.

El grupo Vodafone en su conjunto facturó 11.684 millones de euros de octubre a diciembre, un 4,3% más y los ingresos por servicio alcanzaron los 9.647 millones, un 3,1% más que durante el ejercicio anterior. La facturación creció en Alemania (1,1%), Reino Unido (8,8%) y España (1,7%), pero cayó en Italia, concretamente, un 0,6%, hasta 1.256 millones.