Lo primero que hay que decir sobre la huelga bancaria, "la primera en 40 años", es que no ha tenido mucho éxito. Pero eso era esperable. No nos engañemos: los sindicatos bancarios dejaron de convocar paros hace ya muchos lustros, cuando se dieron cuenta de que la patronal siempre les ganaba la partida. 

Más cerca en el tiempo, en 2016, comenzó la era de los tipos bajos. Y entonces la banca española tuvo que afrontar una reducción de márgenes y lo hizo con una fuerte reducción de oficinas y de plantilla. Oiga, y sin protestas laborales. Hace 20 años trabajaban en banca 300.000 personas, hoy son 83.000. 

Y sí, eso ha repercutido en la calidad del servicio y en el estrés de las plantillas. Razones hay para la huelga pero ya estaba firmado el convenio de cajas, no el de banca. Lo dicho, no nos engañemos: los sindicatos tienen poco que decir en banca.

Relacionado

Pero lo más importante es el argumento sindical para el paro del viernes 22. Eso no me vale. En pocas palabras, dicen los sindicatos que, como ahora, con la subida de tipos, los bancos están consiguiendo resultados estupendos, es el momento de que los trabajadores reciban su parte de los beneficios. 

Es un argumento falso ese de que como hay muchos beneficios hay que subir los salarios. A medio plazo sí, pero a corto no, porque los beneficios no consolidan en dividendo futuro, los salarios sí, las subidas son para siempre. ¿O es que cuando vienen las pérdidas los sindicatos aceptan bajadas de sueldo? ¿A que no?