Ha presentado la SAREB esta mañana del lunes 11 el informe correspondiente al primer semestre de 2023, donde nos cuentan que ha perdido otros 824 millones de euros. 

Ya saben ustedes que la SAREB se constituyó con capital público y privado, además de deuda subordinada, también suscrita entre los dos sectores. En total, 4.800 millones de euros, ya perdidos, cuando el Estado adquirió a precio simbólico la participación mayoritaria privada, que también era simbólica. 

El patrimonio neto de SAREB es negativo. O sea, que está quebrada... y las pérdidas continúan creciendo

Recuerden: a comienzos de 2022, las autoridades europeas dictaminaron que, a pesar de que el sector privado tenía una participación ligeramente superior al Estado, la SAREB era sector público, porque era el Gobierno español el que la controlaba y el que asumía los riesgos de impago de la deuda ordinaria. 

Así, hace un par de años, el Estado, como se indicaba antes, se convirtió en accionista único. En ese momento, las pérdidas acumuladas ascendían 14.000 millones de euros, de los que 11.500 millones los había asumido al Estado. El sector privado se retiró porque con perder 2.500 millones de euros era suficiente. Desde entonces las pérdidas acumuladas no han parado de crecer, pero ya sólo las soporta el Estado.

Ahora, la SAREB nos presenta su cuenta de resultados del primer semestre de 2023 (-824 millones de €), mucho peor que hace un año para el mismo periodo (-715 mm.€). Pero no publica su balance o estado de posición financiera, aunque al menos nos informa de que su patrimonio neto es negativo y que la cartera de inmuebles y préstamos con garantía inmobiliaria que mantiene arrastra una fortísima minusvalía (11.622 millones a 31 del 12 de 2022). Con estos datos, las cifras de pérdidas acumuladas son ya de alrededor de 16.500 millones de euros. Es decir, el Estado ha perdido otros 2.000 millones de euros desde que es el accionista único.

Quizás lo peor sea que sus activos inmobiliarios arrastran una minusvalía que supera los 11.000 millones de euros

SAREB presume de que ha devuelto el 40% de la deuda ordinaria (51.000 millones de euros al inicio. 30.000 millones de euros ahora), que le suscribieron las entidades que le vendieron los activos... que se encarga de gestionar con tan poco éxito. También anuncia que no tiene problemas de liquidez. ¡Toma, claro! ¡Ni de solvencia! Con el Estado español detrás ya sabemos quiénes pagarán de aquí a 2027 la deuda ordinaria: todos los españoles. Y si la liquidación final no alcanza, pues se emitirá deuda pública para salvar los problemas de liquidez y solvencia, ahora los dos juntos a la vez... y seguirán pagando todos los españoles.

Las pérdidas lo que nos muestran es que los precios a los que compró SAREB fueron elevados y dado que desde su constitución, con precios en mínimos, lo inmobiliario no ha hecho más que subir, debemos concluir que se pactó un precio absurdo que enmascaraba una subvención encubierta a las entidades vendedoras, o sea a los bancos.

Y toda esta ruina podría agravarse aún más si Pedro Sánchez, todo un progresista, insiste en dar a esa vivienda un "uso social". Que suena muy requetebién pero que sólo significa que los españoles... aún pagaremos más.