En la famosa lista negra que enseñó Andrea Orcel a Ana Botín antes de que su fichaje se frustrara, había dos directivos que debían salir tras la llegada del italiano: Rami Aboukhair y Ángel Rivera. Al final fue Orcel el que no llegó, pero la inclusión de Rivera resulta muy significativa.

No es el primero pulso que mantiene Rivera, ni el primero que pierde. En su día aspiró al puesto de consejero delegado del Popular, junto a Jacobo González-Robatto, pero al final el cargo lo ocupó Francisco Gómez, hasta ese momento responsable de Riesgos del banco. Cuatro meses después, Rivera dejó el puesto de responsable de red del Popular y fichó por el Santander.

La salida de Rami Aboukhair supuso una nueva oportunidad para colmar su ambición y ascender, en ese momento, desde una inmejorable posición como número dos del CEO saliente. Sin embargo, volvió a perder el pulso frente al portugués António Simoes, responsable del banco en Europa, que también asumió las riendas de la filial española.

Y todo esto en vísperas de la llegada de Héctor Grisi a la Ciudad Financiera de Boadilla para sustituir al ‘soldado’ Álvarez como consejero delegado del Grupo. Grisi conoce bien a Rivera por su etapa como vicepresidente ejecutivo de Santander México, filial que sigue presidiendo Grisi hasta el 1 de enero.

Ahora bien, Rivera perdió el pulso con Simoes y en lugar de CEO de España ha sido colocado en vía paralela como presidente de Getnet Europa, la filial de pagos del banco, ahora integrada en PagoNxt.