Esta mañana, del día 7 de febrero de 2022, se han publicados los resultados financieros a cierre del año 2021 del grupo Cajamar. Sin un mayor detenimiento en el análisis comparativo de las principales magnitudes del grupo obtenidas en 2021 respecto a las de 2020, a simple vista vemos que los mismos han evolucionado positivamente. Cajamar ha registrado un resultado consolidado a cierre del cuarto trimestre de 2021 de 62,62 millones de euros, es un buen dinero, más aún si se compara con el resultado consolidado a cierre del mismo trimestre de 2020, en el que el grupo alcanzó los 23,76 millones de euros. Es decir el resultado del grupo ha tenido una variación positiva interanual entre períodos de 38,86 millones en términos absolutos o, en términos relativos, del 163,6%. Ahora bien, los 62 millones se quedan muy lejos de los 92,5 millones que ganó en 2019, antes de la pandemia.

Vayamos ahora con un análisis detallado de las principales partidas que componen el resultado de Cajamar en el ejercicio 2021. El margen de intereses del grupo a cierre del cuarto trimestre de 2021 ha aumentado en un 10,1% respecto al cierre de 2020, unos 61,77 millones de euros, pasando de ser de 610,44 millones de euros a 672,41 millones de euros. Asimismo, a medida que vamos avanzando en la cuenta de resultados, los márgenes se incrementan cada vez más de manera comparativa con el 2020. De hecho, a partir de este margen de intereses, todos superan en términos relativos el incremento del 30%. El margen bruto, margen que incluye principalmente el margen de intereses más las comisiones netas, se ha incrementado en un 30,3% y el margen de explotación, que incluye el margen bruto más los gastos de personal, administrativos y de amortización, se ha incrementado en un 62,3%.

Estos porcentajes, sin embargo, tienen truco y se llama ROF (resultado por operaciones financieras), que se disparó un 116,5%, hasta los 466,6 millones de euros. Sin el ROF, el aumento del margen bruto sería del 8% y el del margen de explotación, del 17,9%.

Seguimos con los resultados del grupo. La cifra de pérdidas por deterioros de activos, que se venía incrementado trimestralmente -así ocurrió en nuestro análisis comparativo a cierre del primer semestre y del tercer trimestre-, ha cerrado el ejercicio con un aumento del 38,6%, hasta los 528,8 millones de euros, frente a los 381,5 millones de diciembre de 2020. Además, la entidad aumentó las provisiones un 130,3%, hasta los 170 millones. Si se fijan, los 243,5 millones que aumentaron las pérdidas por deterioros de activos sumados a los 96,2 millones de las mayores provisiones, dan un total de 243,5 millones, cifra algo inferior a los 251 millones en los que aumentó el ROF.

Pasemos a analizar de manera breve la solvencia de Cajamar en iguales términos comparativos. En este punto no traemos tan buenas noticias. De primeras, el grupo ha disminuido su solvencia en 2021 respecto al año anterior. La principal ratio de solvencia, CET1 (Common Equity Tier 1) fully loaded ha sufrido un decremento de un 0,28%, pasando de ser del 13,06% al 12,78%. No se apuren todavía. La ratio de apalancamiento del grupo en 2021 ha mejorado en un 0,15% la cifra del año 2020, ya que ha disminuido en igual porcentaje entre períodos pasando de ser de un 5,41% a un 5,26%.

Como conclusión podemos decir que Cajamar no escapa a la realidad del sector, que tiene que hacer negocio con una materia prima que apenas vale nada por culpa del BCE y su política monetaria

Sobre la liquidez de Cajamar, mismos sentimientos encontrados que en el caso de la solvencia. El LCR del grupo ha sido de un 206,05%, un 29,18% inferior a la misma cifra del año 2020, siguiendo así la senda descendente observada en la comparativa de períodos anteriores. La ratio NSFR en 2021 se ha situado en un 138,12%, un 9,55% superior a la cifra de 2020.

Finalmente, hablaremos de la ratio de morosidad. Cajamar ha descendido su ratio de morosidad sobremanera desde el 2020 al 2021, tal y como veníamos vaticinando. Su ratio de morosidad ha sido inferior en un 1,17%, pasando de un 4,77% a un 3,60%.

Como conclusión podemos decir que Cajamar no escapa a la realidad del sector, que tiene que hacer negocio con una materia prima que apenas vale nada por culpa del BCE y su política monetaria. Aun así, la entidad ha logrado aumentar el margen de intereses un 10% y eso es digno de destacar, aunque haya tenido que echar mano del ROF para salvar unas cuentas que todavía están lejos de las de 2019. Nos preocupa que la principal ratio de solvencia CET1 fully loaded y de liquidez del grupo LCR han descendido entre 2020 y 2021.