Revalorizar las pensiones según el IPC no ha sido la mejor idea, según el informe de la OCDE publicado este martes, en el que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico insta al Gobierno de Pedro Sánchez a dar marcha atrás y recuperar el factor de sostenibilidad de las pensiones aprobado por el Gobierno de Mariano Rajoy.

Pero eso ya no es suficiente. Hay que igualar la edad de jubilación real con la legal. Actualmente, los hombres se están jubilando a los 62 y las mujeres a los 61,2 años de edad, muy lejos de la edad legal, que en 2021 se sitúa en los 66. Más aún, la OCDE pide que la edad de jubilación se retrase dos años por cada tres que aumente la esperanza de vida. Está en juego la sostenibilidad del sistema público de pensiones y el aumento del gasto público en general.

Atención, si la deuda pública se mantiene estable, en 2060 la presión fiscal aumentaría hasta el 13,23% del PIB en España. Una barbaridad que solo se podría afrontar, según la OCDE, de tres maneras que se reducen a dos: subiendo los impuestos, aumentando la deuda -o sea, retrasando la subida de impuestos- o realizando reformas estructurales. Por ejemplo, reformando el mercado laboral, rebajando los sueldos públicos o reduciendo el número de funcionarios.

Estamos en la senda.