“Nací en Madrid hace ya 53 años. Tengo dos hijos ya en la universidad y dos perras. Fuera de este mundo (profesional) mi principal interés es viajar, conocer otras partes del mundo que me sorprendan y donde no todo esté controlado”. Tres líneas de presentación con las que abrimos esta entrevista con Beatriz Lafuente, asesora financiera de iCapital, empresa que desarrolla herramientas propias para la gestión institucional de los patrimonios de sus clientes “desde la independencia, y con la libertad de seleccionar cualquier activo en cualquier entidad y sin presiones comerciales”.

Lafuente, que trabaja principalmente con patrimonios institucionales, generalmente ligados a la Iglesia “de una u otra manera”, señala que ha sido bastante duro “y por momentos agotador” asesorar al cliente en momentos tan complicados. 2023 lo ve con cautela, aunque destaca que, tras muchos años con tipos de interés a cero o negativos, “tener tipos positivos es una buena noticia”. Además, “la renta fija tiene que ser un tipo de activo presente en las carretas con una cierta visibilidad, ya ha estado infraponderado todos estos años, primando la liquidez”.

Reflexiona y nos cuenta en esta entrevista que hay que levantar la vista e interiorizar que, con las inversiones, no solo con la filantropía, se pueden hacer tantas cosas para dejar un mundo mejor… y, bajando al ruedo de la actualidad económica, pura y dura, Beatriz Lafuente opina que ofrecer una cesta de la compra ‘anti-inflación’ como han hecho los supermercados en Francia es una medida propia del peor intervencionismo del Estado, y que “la venta inoportuna y fallida de valores además de la recapitalización prevista, fueron factores exclusivos del SVB” por lo que descarta que se produzca una situación similar a la de 2008.

-27 años en el mundo financiero y 12 de ellos en banca privada ¿Qué ha aprendido en estos años que se haya convertido en fundamental para desarrollar su trabajo?

Estos años he aprendido que trabajar de manera independiente es la clave para poder asesorar de manera profesional, objetiva, sin otra razón que seleccionar las inversiones más adecuadas a los clientes.

-¿Cómo llega a iCapital y por qué?

Llegué a iCapital de la mano de Pablo Martínez-Arrarás, uno de los socios fundadores de iCapital. Nos conocemos desde hace más de 30 años y me invitó a formar parte de este gran proyecto desde inicio, y cuando fue posible me incorpore a él.

Hay muchas personas haciendo filantropía en este país, pero no inversión de impacto

Era todo un reto en un país acostumbrado a que el asesoramiento financiero viniera únicamente por parte de los bancos y fuera “gratis”.

-¿Cómo trabaja iCapital?          

iCapital es una empresa formada por profesionales de primer nivel, con una filosofía de trabajo centrada en los intereses del cliente, desde la independencia y con la libertad de seleccionar cualquier activo en cualquier entidad y sin presiones comerciales.

Desarrollamos herramientas propias para la gestión institucional de los patrimonios de nuestros clientes.

-Y… ¿cuál es el trabajo de Beatriz Lafuente concretamente?

Yo trabajo principalmente con patrimonios institucionales, generalmente ligados a la Iglesia, de una u otra manera.

Estos patrimonios han de crecer, no solo preservarse, para poder seguir desarrollando su misión principal, que hace tantas cosas buenas para la sociedad.

-¿Cómo ha sido asesorar al cliente en un momento tan, tan complicado como ha sido 2022 y se prevé que va a ser también 2023?

Ha sido bastante duro y por momentos agotador. Esperábamos un año con subidas de tipos paulatinas, con una economía reajustándose tras la pandemia, y con una inflación altísima contra la que había que luchar y a todos estos temas le añadimos una guerra en el centro de Europa, y con una potencia mundial por medio.

La inflación es el principal riesgo para los países desarrollados por los efectos en política monetaria (tipos al alza) y freno al crecimiento.

Si desde el punto de vista humano la guerra es un horror, ha tenido unos efectos económicos que se han capilarizado en muchas áreas. Todo esto ha llevado a ser uno de los peores años desde 1929, tanto en renta fija como en variable, con pocos sectores que hayan escapado.

El 2023 lo vemos con cautela, pero tras muchos años con tipos de interés a cero o negativos, tener tipos positivos es una buena notica. La renta fija tiene que ser un tipo de activo presente en las carretas de los clientes con una cierta visibilidad, y ha estado infraponderado todos estos años, primando la liquidez.

-¿Tiene algún referente del que echar mano en momentos como este?

No específicamente. El entorno en el que me muevo, tanto personal como laboralmente, es suficientemente rico y variado lo que me permite confiar en que tengo una red de apoyo muy firme.

-¿Viaja mucho por asuntos laborales?

Hago un par de viajes al año, pero no considero que sea destacable.

-‘Invertir para cambiar el mundo’. ¿Qué se le viene a la cabeza con esta frase?

Hay que levantar la vista e interiorizar que, con las inversiones, no solo con la filantropía, se pueden hacer tantas cosas para dejar un mundo mejor: suavizar las desigualdades, apoyar a empresas que impactan en su entorno, y cambiarles la vida a muchas personas, con rentabilidad, pero con un impacto detrás, real. Cuando ves en primera persona como una empresa, además de dar trabajo a su comunidad, ayuda a su desarrollo, contrayendo y manteniendo un colegio, un hospital o poniendo placas solares en un barrio, no solo recibes la rentabilidad de tu inversión en euros, recibes una recompensa personal que mejora tu espíritu.

Veremos los tipos de interés en Europa en torno al 4% y EEUU en torno al 5-5,5%

-Y… ¿este es el objetivo que persigue Beatriz Lafuente en iCapital?

Si, claramente. Estas inversiones tienen que formar parte de las carteras de los clientes, pero no de manera residual sino en un porcentaje importante.

Puedes obtener rentabilidad en tus inversiones dejando un impacto positivo, y cambiando el futuro a muchas personas que no nacieron con las mismas posibilidades, que necesitan más que se confíe en ellos y se les apoye.

-He leído que está especializada en asesorar a entidades religiosas y, en general, en inversiones de las que se derivan acciones sociales, humanitarias o sostenibles. Una parte de su trabajo de la que se declara “enamorada”. ¿Por qué?

Las instituciones a las que asesoro hacen una labor social tremenda, con una entrega y trabajo increíble, y a cambio de nada. Generalmente, están en los sectores donde nadie quiere estar, donde no se los ve, de manera silenciosa pero que trabajan día a día por mejorar la vida de miles de personas. Con cada euro que obtienen mis clientes, se lleva a cabo una inmensa labor social.

Beatriz

 

- ¿Hay mucha diferencia entre asesorar a entidades religiosas o asesorar una fundación u otro tipo de institución?

La diferencia es tener presente los principios, valores y carisma de la institución a la que asesoras, y establecer los límites

Por su condición de religiosos, no tienen que renunciar a obtener rentabilidad de sus inversiones. Deben tener la misma estructura, modelo de gestión, y de gobierno que cualquier otra institución laica.

Un consejo a los politicos: que se endeuden menos y destinen el gasto a quien realmente lo necesite

-Imagino que habrá determinados límites ¿no es así?

Los limites son los derivados de su carisma, de sus valores y del sentido común.

Se han de tener en cuenta todas las normas que al respecto emanan de otros organismos de la Iglesia, pero principalmente que su dinero no financie aquello que no es acorde con su misión. Por eso es importante para las instituciones contar con un apoyo en el área de inversiones. Contar con un asesor que, sentado al lado del cliente tenga interiorizado qué sentido y qué destino tiene el patrimonio.

- ¿Existe la inversión ética al cien por cien?

Como inversión especifica yo creo que no.

Lo que hay que procurar es seleccionar las inversiones con unas limitaciones claras e infranqueables y conformes con nuestras normas y creencias y que en primera línea nuestro dinero no se use para financiar temas incompatibles con nuestros valores. Pongamos límites y estemos atentos, y si hay que renunciar a una inversión, se renuncia.

Si nos ponemos exquisitos hasta un depósito bancario puede no ser ético porque al final los bancos financian vía préstamo muchas empresas y llegar hasta el último escalón es muy difícil.

La deuda pública tampoco sería refugio, ya que los Estados o compran armamento, aunque sea defensivo, tienen programas de interrupción del embarazo, o mantienen corruptos en sus administraciones…

-Me contaba, para preparar esta entrevista que sus principales clientes son instituciones con importantes patrimonios que tiene una misión para los mismos, más allá de la financiera. ¿Me amplia esta información algo más por favor?

El patrimonio de una institución no es de nadie particular, tiene una misión, por un lado, mantener a sus miembros, y, por otro lado, la misión principal que emana del fundador.

Las instituciones a las que asesoro hacen una labor social tremenda, con una entrega y trabajo increíble, y a cambio de nada

Cumplir con su misión sea educativa, hospitalaria o misionera es el objetivo principal para que el patrimonio esté bien asesorado. Nadie hace tanto bien a la sociedad como las instituciones que asesoro ni de manera tan entregada.

-¿Cree los inversores minoristas tienen escaso acceso a los fondos que tienen un impacto social directo?

Hasta hace poco, estaba muy limitado ya que principalmente son inversiones para el inversor profesional, con importes altos de suscripción y vehículos poco accesibles al inversor minorista. La legislación está cambiando en este sentido y se quiere dar un impulso para que el cliente minorista pueda acceder a este tipo de inversión, reducción por ejemplo de los importes mínimos de suscripción.

-¿Hasta qué punto son estos fondos desconocidos todavía?

Son muy desconocidos porque España es un estado muy bancarizado, y estos fondos no suelen entrar en las políticas de comercialización de las entidades financieras, por diversos motivos.

Las gestoras de fondos de impacto están realizando un gran trabajo en España en los últimos años, tenemos grandes fondos con equipos muy sólidos detrás, pero son pocos. El impulso de los grandes inversores sería primordial para que estos vehículos adquieran tamaños que hagan viable la comercialización en las redes bancarias y, por tanto, el acceso del inversor minorista y el apoyo de las entidades financieras sería indispensable.

Hay muchas personas haciendo filantropía en este país, pero no inversión de impacto.

-Vamos con la actualidad económica, si le parece. La caída de Silicon Valley Bank… ¿puede provocar una situación similar a la de 2008?

No. El sector es solvente y muy capitalizado. La venta inoportuna y fallida de valores y la recapitalización prevista fueron factores exclusivos de SVB.

La guerra de Ucrania es un conflicto que las economías asumen como de largo plazo y cuyos peores efectos se han absorbido

-¿Habrá riesgo de contagio en Europa?

No en lo que respecta a las entidades bancarias y aunque haya habido sobrerreacción bajista en bolsa, el mercado se estabilizará y rebotará.

-¿Se van a ralentizar las subidas de tipos?

Aún les queda recorrido, al menos todo 2023; la inflación está lejos de frenarse al nivel buscado por los bancos centrales (aproximadamente el 2%).

-¿Hasta qué punto le preocupa la inflación en estos momentos?

Es el principal riesgo para los países desarrollados por los efectos en política monetaria (tipos al alza) y freno al crecimiento.

-¿Deberían los supermercados españoles ofrecer una cesta de la compra ‘anti-inflación’ como han hecho en Francia?

Esa medida es propia del peor intervencionismo del Estado. Las ayudas deberían de venir por otra vía: reduciendo impuestos y cuotas a la SS, unidas a reducción de gasto público superfluo.

-¿En qué niveles veremos los tipos de interés en Europa y en EEUU?

Europa en torno al 4% y EEUU en torno al 5-5,5%.

El entorno en el que me muevo, personal y laboral, es suficientemente rico y variado lo que me permite confiar en que tengo una red de apoyo muy firme

-Con la guerra de Ucrania en plena efervescencia, ¿la economía seguirá lastrada hasta que se acabe la invasión?

Es un conflicto que las economías asumen como de largo plazos y cuyos peores efectos se han absorbido; solo una escalada y contagio a otras naciones complicaría más las cosas.

-No le voy a preguntar por la reforma de las pensiones, por Ferrovial... pero me gustaría saber si le inquieta que, en estos tiempos tan complicados, económicamente hablando, España se despierte cada día en ‘modo electoral’. 

Es nuestro sino. Lo peor es el bloqueo político a efectos de decisiones necesarias para el crecimiento, como licencias de apertura, para renovables, etc.

-Un consejo para los políticos, para los empresarios y para los inversores…

A los políticos que se endeuden menos y destinen el gasto a quien realmente lo necesite, lo que se dice gestionar diligentemente. A los empresarios que inviertan con buen criterio para crear puestos de trabajo y a los  inversores que integren inversiones de impacto en sus carteras.