A Mark Zuckerberg le ha costado varios años entender que el metaverso con el que soñó en 2019 y lanzó en 2021 no tiene ningún futuro, al menos de momento. A la empresa, que cambió de Facebook a Meta ese año 2021, precisamente por esto, le ha costado alrededor de 70.000 millones de dólares, según Bloomberg. Casi nada.

Cuatro años después, la empresa ha tomado la decisión de recortar un 30% su inversión en el metaverso, según la citada agencia, lo que implicará más despidos. En 2022, cuando el metaverso era clave, la división Reality Labs contaba con unos 17.000 empleados. La apuesta, en cualquier caso, comenzó pronto a desinflarse y ya en 2023 y 2024 hubo ajustes de plantilla. A finales de 2024 Meta tenía unos 74.000 trabajadores en total.

No está siendo un cierre de ejercicio sencillo para Zuckerberg. Además de caerse del guindo con el metaverso, Bruselas ha abierto una investigación a la compañía por poner trabas a otros proveedores de IA en el acceso a Whatsapp y limitar así que lleguen a sus clientes a través de esta plataforma de mensajería.

En paralelo, el PSOE registró el jueves en el Congreso una petición de comparecencia en la Cámara Baja de Mark Zuckerberg para que aclare si Meta violó la privacidad de millones de usuarios, tal y como señaló una investigación realizada por varios centros europeos como la Universidad Católica de Lovaina, la Universidad holandesa de Radboud o el español Imdea Networks. Según este estudio, Meta rastreó la actividad web de usuarios de Android, de manera oculta, a través de Facebook e Instagram, incluso cuando lo hacían en modo incógnito.