Goldman Sachs ganó 12.058 millones de dólares (10.165 millones de euros) durante los seis primeros meses del año, nueve veces más que en 2020, después de aumentar los ingresos un 50,1%, hasta los 33.092 millones de dólares (en euros, 27.890 millones).

La clave fue el repunte del negocio de la banca de inversión, cuyos ingresos se dispararon un 52%, hasta alcanzar los 7.380 millones de dólares (6.220 millones de euros) y, sobre todo, el aumento del negocio de gestión de activos, que facturó 9.746 millones de dólares (8.215 millones de euros), cinco veces más que en 2020.

Sin embargo, el negocio de mercados -el que más ingresos aporta al grupo-, solo creció un 1%, hasta los 12.481 millones de dólares (10.520 millones de euros). Por su parte, el negocio de consumo -más residual- aumentó los ingresos un 22%, hasta los 3.485 millones de dólares (2.935 millones de euros).

En cuanto a las provisiones, el banco liberó 162 millones de dólares (136 millones de euros) frente a las provisiones de 2.527 millones de dólares (1.113 millones de euros) que impactaron negativamente en su resultado de junio de 2020.