Abaco Capital ha cumplido catorce años. Esta gestora, pequeña, sólida y de éxito… (uno de sus fondos, Ábaco Global Value Opportunities, está entre los mejores fondos de 2021), ha crecido casi, casi, basándose en el boca a boca, en familiares y amigos “que siguen siendo nuestro principales inversores aunque, cada vez son más los clientes que llegan por diferentes medios y depositan su confianza en nosotros”, asegura Pablo González, cordobés, ingeniero agrónomo que llegó al mundo de las finanzas por casualidad. “Decidí hacer un Máster en el IESE, y fue allí donde me surgió la oportunidad de comenzar a trabajar para el Banco Santander”. 

Bueno con los números, Pablo González nos cuenta que a pesar de que la inversión en valor tiene una parte muy importante de análisis cualitativo, que consiste en comprender en profundidad las compañías y sectores, también tiene una parte fundamental de análisis cuantitativo que ayuda a gestionar el factor emocional, que en momentos difíciles puede conducir a decisiones precipitadas. “Es como el faro para los navegantes, en momentos de tormenta”.

En Abaco aplican la filosofía del value investing no solo al análisis de acciones, sino también a los bonos. “Es cierto que en España y en Europa en general la gran mayoría de inversores en valor se centran en la renta variable. Sin embargo, Warren Buffett y otros grandes inversores en valor han invertido durante gran parte de su carrera profesional en el mercado de renta fija. Y es ahí “donde encontramos alguna buena oportunidad de inversión en ciertos nichos de mercado”. Oportunidad que se suele traducir en éxito o en error, reconoce González, aunque matiza y precisa que “en los 14 años que llevamos gestionando, únicamente hemos perdido dinero en una ocasión y fue con un bono de Portugal Telecom en 2010”.

-¿Qué hace un ingeniero agrónomo en el mundo de las finanzas?

Sinceramente, fue todo un poco de casualidad. Tras estudiar la carrera, decidí hacer un Máster en el IESE, y fue allí donde tras asistir a los cursos que impartía el profesor Pablo Fernández y colaborar con él a escribir un libro sobre opciones y futuros, me surgió la oportunidad de comenzar a trabajar para el Banco Santander en un nuevo departamento de derivados de renta variable.

-¿Recuerda cómo fue su primer día de trabajo?

Las primeras semanas fueron de planificación y formación, ya que era un departamento completamente nuevo y el mercado de opciones y futuros estaba comenzando en España. Principalmente, nos dedicamos a organizar todos los procedimientos internos y a formar el equipo.

-Tengo entendido qué es bueno con los números… pero mucha matemática y la inversión en valor ¿encajan?

Yo creo que sí. La inversión en valor tiene una parte muy importante de análisis cualitativo, que consiste en comprender en profundidad las compañías y sectores, pero también tiene una parte fundamental de análisis cuantitativo.

La mayor preocupación son las consecuencias que van a tener en el medio plazo las políticas expansivas

Este análisis cuantitativo es el que nos permite valorar las compañías, dándonos una referencia clara del valor de la misma. Esta valoración, nos ayuda también a gestionar mejor el factor emocional, que en momentos difíciles puede conducir a decisiones precipitadas; es como el faro para los navegantes, en momentos de tormenta.

-Ha trabajado en Londres y en Nueva York. ¿En qué y por qué?

En Londres estuve trabajando en Credit Lyonnais Securities y en Nueva York para Nomura. En ambas etapas me encargaba de invertir el capital propio del banco, tomando posiciones a medio plazo, entre 6 y 12 meses.

Principalmente, invertíamos en bonos, divisas y acciones, utilizando derivados. Seguíamos una estrategia de valor relativo y “event driven”, es decir, que tuvieran catalizadores en el corto o medio plazo.

-¿Qué es la inversión en valor?

Para nosotros la inversión en valor es comprar activos a un precio inferior a su valor intrínseco. Para poder valorar una compañía, es imprescindible conocerla en profundidad, teniendo en cuenta todos los factores que pueden influenciar en el porvenir de la compañía, desde el equipo gestor hasta las dinámicas del sector.

Una vez comprendemos el negocio que analizamos, nos fijamos en la generación de caja, presente y futura que puede llegar a tener cada uno de los negocios y los valoramos.

-Decía Warren Buffett: “Ya sean calcetines o acciones, me gusta comprar mercancía de calidad cuando está rebajada”.

Estamos totalmente de acuerdo. Nos gustaría destacar de esta frase la palabra calidad, y es que en muchas ocasiones se asocia inversión en valor, compañías con múltiplos bajos o acciones muy por debajo de su intrínseco con negocios y compañías de poca calidad, y os podemos asegurar que para nada tiene porqué ser así.

En los últimos años, nos hemos enfocado en empresas de mucha calidad y que por diversas circunstancias hemos podido comprar a precios con descuentos significativos. Consideramos que una empresa es de calidad, cuando tiene un equipo gestor excelente, fuertes ventajas competitivas en su sector, altos retornos sobre el capital, capacidad de reinversión y un accionariado y equipo directivo alineados con nuestros intereses.

A día de hoy, entre el 85% y el 90% de nuestras carteras se compone de este tipo de empresas.

-Tener paciencia, no saltarse pasos para invertir a largo plazo ¿es fundamental?

Por supuesto, es fundamental, sobre todo en un entorno tan dinámico y que presta tanta atención al corto plazo, es muy importante ser fieles a un proceso establecido y no dejarse llevar por el sentimiento de mercado.

Esto, que parece fácil, es lo que puede resultar más complicado cuando comienzas a invertir.

Valoramos el equipo gestor de una compañía por su prudencia, su honradez y su honorabilidad

En nuestro caso, utilizamos estas discrepancias con el mercado en nuestro favor, aprovechamos para comprar negocios excelentes, con significativo descuento a su valor intrínseco.

-Catorce años de Abaco Capital, si no me equivoco. ¿Se han cumplido expectativas?

Sí, se han cumplido en la mayoría de aspectos. Tras estos años, hemos conseguido formar un equipo muy sólido en todas las áreas, y además, ambos fondos se encuentran en este momento en una situación excepcional de cara a los próximos años.

-Han crecido casi, casi, basándose en el boca a boca, familiares, amigos…

Sí, es así, hasta día de hoy la mayoría de nuestros inversores siguen siendo familiares y amigos. Aunque, cada vez son más los clientes que llegan a nosotros por diferentes medios y depositan su confianza en nosotros.

Personalmente, estoy muy orgulloso de que poco a poco esto vaya siendo así en mayor medida, ya que es muy satisfactorio ver como otros apuestan por nuestro trabajo.

-En Abaco aplican la filosofía del value investing no solo al análisis de acciones, sino también a los bonos. ¿Cómo es este proceso?

Es un proceso muy parecido al de las acciones, donde analizamos en profundidad cada una de las compañías en las que invertimos.

En este caso, damos especial importancia a la valoración de los activos, cómo puede variar su valor y cuánto tardarían en venderse en caso de liquidación; siempre tratamos que el valor de la deuda neta de la compañía en la que invertimos esté al menos 2,5 veces cubierta por el valor de sus activos.

También hacemos especial hincapié en el equipo gestor, en este caso más que en su excelencia operativa, tratamos de valorar su prudencia, su honradez y su honorabilidad.

-Que en sus carteras haya deuda… no es muy frecuente en el value ¿no es así?

Es cierto que en España y en Europa en general la gran mayoría de inversores en valor se centran en la renta variable. Sin embargo, Warren Buffett y otros grandes inversores en valor como Howard Marks o Seth Klarman han invertido durante gran parte de su carrera profesional en el mercado de renta fija.

En general, es más común en el mundo anglosajón.

Es muy complicado encontrar valor en el mercado de renta fija, pero siempre descubrimos alguna buena oportunidad de inversión 

-¿Hay valor en la renta fija?

Actualmente, es muy complicado encontrar valor en el mercado de renta fija, pero seguimos encontrando alguna buena oportunidad de inversión en ciertos nichos de mercado. Sobre todo, en emisiones pequeñas.

Esto es algo temporal, igual que durante el último año hemos encontrado ideas de inversión excepcionales, las encontraremos en el futuro. Especialmente, cuando los bancos centrales dejen de comprar bonos en el mercado secundario.

-¿En qué ocasiones se han equivocado en sus decisiones respecto a la renta fija? ¿En qué caso metieron la ‘pata’?

En los 14 años que llevamos gestionando, únicamente hemos perdido dinero en una ocasión.

Fue con un bono de Portugal Telecom en 2010, la cual estaba muy endeudada y en previsible proceso de reestructuración. Compramos este bono con un 70% de descuento porque estaba respaldado por los activos de su filial Telemar, los cuales cubrían más de cuatro veces el valor de esta deuda.

Sin embargo, a pesar de ser un bono emitido en Nueva York bajo legislación internacional, estos activos al tratarse de infraestructura brasileña de uso nacional, no estaban sujetos a la jurisprudencia internacional sino a la brasileña, la cual no permitió a los bonistas tomarlos como garantías.

Perdimos cerca del 0,4% de la cartera y aprendimos de la importancia de conocer en profundidad toda legislación que rige no solo a nuestras compañías y sus emisiones, sino también a cada uno de los activos que la respaldan.

-¿Y un gran acierto?

El resto de inversiones en renta fija han sido grandes aciertos, donde hemos obtenido siempre la rentabilidad esperada.

Un buen ejemplo del último año es el bono de Golar LNG, el cual compramos a mediados de octubre en precios cercanos al 80%, con un cupón del 2,75% y que hoy en día cotiza cerca de la par. En este bono, hemos obtenido una rentabilidad anualizada cercana al 25%, siendo una emisión en la que en todo momento el valor de sus activos cubría por más de dos veces la deuda, y así lo hemos visto reflejado tras las transacciones que ha realizado la compañía.

-Ustedes coinvierten con sus partícipes…

Sí, todos los socios y trabajadores coinvertimos nuestros ahorros con el resto de partícipes.

Todos los socios y trabajadores coinvertimos nuestros ahorros con el resto de partícipes

-¿Dónde encuentran oportunidades de inversión?

En estos momentos, estamos encontrando muy buenas ideas en renta variable, sobre todo en empresas cíclicas de mucha calidad y en compañías con exposición a países emergentes.

Este tipo de negocios se han visto fuertemente afectados en bolsa por las guerras comerciales y por la pandemia, a pesar de haber continuado creando valor y tener una posición competitiva más sólida y grandes perspectivas de crecimiento; están cotizando muy por debajo que antes del inicio de las guerras comerciales.

-Ábaco Global Value Opportunities está entre los mejores fondos de 2021. Hábleme de este fondo por favor…

AGVO es un fondo que está invirtiendo en su mayoría en renta variable y donde el 90% de estas empresas son compañías de altísima calidad, porque tienen todas las características que comentábamos antes: equipos gestores excelentes, ventajas competitivas muy fuertes y sostenibles en el tiempo, altos retornos sobre el capital, capacidad de reinversión y un accionariado y equipo gestor alineado con nuestros intereses.

Para haceros una idea, muchas de estas compañías a pesar de tener todas las características anteriores y tener importantes perspectivas de crecimiento en el medio y largo plazo, están cotizando entre seis y siete veces la generación de caja actual.

Este tipo de inversión, que nosotros encontramos asimétrica ya que una empresa con estas características y con crecimiento tiene mucho potencial de revalorización y muy poco de depreciación, es la que forma la mayor parte de las carteras.

-Y háblenos también del fondo Abaco Renta Fija Mixta Global FI de perfil conservador ¿no es así?

Sí, es mucho más conservador que AGVO. Tiene una exposición a renta variable neta de únicamente el 30%, la cual son las mismas compañías de renta variable que están en el Global Value y el resto de la cartera son bonos de compañías, que actualmente tienen de media una rentabilidad entre el 6% y el 7%

-Lecciones de inversión que les haya enseñado la pandemia.

Han sido muchas las lecciones aprendidas durante este último año. Creo que la más importante ha sido aprender que, en ocasiones, los buenos resultados de las compañías no se ven acompañados siempre de revalorizaciones de las acciones en el mercado, e incluso hemos visto como empresas presentando buenos resultados han experimentado bajadas considerables. Esto nos ha enseñado a reforzar nuestro principio de enfocarnos en el largo plazo y aprovechar las oportunidades que surgen en el corto plazo.

AGVO es un fondo que está invirtiendo en su mayoría en renta variable y donde el 90% son compañías de altísima calidad

La otra gran lección es la importancia de invertir en compañías de calidad, ya que son estas las que incluso durante en tiempos de crisis como los vividos, continúan generando valor para los accionistas y refuerzan su posición competitiva en el mercado.

-¿Qué le preocupa en este momento, macroeconómicamente hablando?

La mayor preocupación en estos momentos son las consecuencias que van a tener en el medio plazo las políticas expansivas, tanto fiscales como monetarias que se están llevando a cabo.

Estas políticas junto con el cambio de mentalidad por parte de los bancos centrales, los cuales no ven ningún riesgo en que la inflación se vaya por encima del objetivo durante unos años, es un factor que tenemos muy en cuenta a la hora de tomar decisiones y para el cual estamos muy bien posicionados.

Este contexto, está propiciando valoraciones muy altas en ciertos sectores como el tecnológico, nuevas energías o en las SPAC, sobre todo en la bolsa americana. Este es otro factor que seguimos muy de cerca.

También, este entorno nos hace tener una duración corta de menos de 3 años en nuestra cartera de renta fija, ya que creemos probable que los bancos centrales logren superar sus objetivos de inflación en este periodo.

-¿Tiene pendiente todavía las vacaciones o ya está de vuelta?

Todavía las tengo pendientes, probablemente descanse las últimas dos semanas de agosto.

Muchísimas gracias.