Caso real: a un empleado del El Corte Inglés (ECI) se le propone que pase de servicios centrales a tienda con una reducción del salario superior al 25% y, encima, con un traslado de centro de trabajo que su familia, especialmente su esposa, no puede asumir.

A este fenómeno ha contribuido la 'maravillosa' reforma laboral de Pedro Sánchez que, su aún vicepresidenta, doña Yolanda Díaz, vende como un éxito de gestión. Al endurecer y encarecer las normas de despido y, al tiempo, elevar las cuotas sociales, el empresario recurre, cuando bajan los ingresos, a forzar que sea el trabajador quien se marche. Y entonces, entramos en el maravilloso terreno de la voluntariedad, ¿comprenden?

No se trata de reducir costes sino de elevar ingresos

Pero eso no justifica la durísima política de reducción de plantilla que está llevando a cabo El Corte Inglés: ni EREs, ni prejubilaciones, ni bajas incentivadas. Se trata de que el empleado se marche por su cuenta, con amenazas de reducción de sueldos y/o traslados inaceptables. Sobre todo con los veteranos, cuya indemnización resultaría demasiado elevada... salvo que sean ellos lo que se marchen porque no estén dispuestos a aceptar las condiciones que les impone la empresa. Pero ojo, esos veteranos suelen ser los mejores vendedores.

La primera consecuencia de esta dura reducción de plantillas es una caída en la calidad del servicio al cliente, con departamentos que se quedan en el chasis y con la baja de los mejores elementos

Por otra parte, la dirección está siguiendo una estrategia muy lógica: hay demasiada gente en servicios centrales y oficina y poca en tiendas... cierto, pero eso no justifica que el cambio pueda hacerse 'por lo militar', como comentan los empleados de la empresa que preside Marta Álvarez. Un detalle: la conflictividad laboral se ha disparado. No me extraña.

Además, la primera consecuencia de esta durísima reducción de plantilla es una caída en la calidad del servicio al cliente, con departamentos que se quedan en el chasis y con la baja de los mejores elementos. Y no olvidemos que la calidad en el servicio al cliente era el principal elemento de la prestigiosa marca de El Corte Inglés... que está perdiendo prestigio por meses.

La dureza actual con la plantilla supone un cambio respecto a las políticas de Isidoro Álvarez, mucho más bonancible con el empleado... aunque es verdad que los ingresos no son los de entonces

Por lo demás, la dureza actual con la plantilla supone un cambio respecto a las políticas de Isidoro Álvarez, que eran mucho más bonancible con el empleado... aunque es verdad que los ingresos no son los de entonces.

En cualquier caso, este no es el camino: no se trata de reducir los costes sino de aumentar lo ingresos. Además, es un camino demasiado lento. Si se trata de reducir costes no se puede hacer de uno a uno sino de mil en mil, que más vale ponerse una vez rojo que veinte amarillo.