Christine Lagarde mantiene los tipos de interés y asegura que aún es "prematuro" debatir si los baja
Era lo previsible. En su reunión de este jueves, el BCE mantuvo el precio del dinero en el 4,5% y encadena tres meses sin agitar la política monetaria de la zona euro. La tasa de depósito se mantiene en el 4% y la de facilidad de préstamo en el 4,75%.
Lo cierto es que se trata de una decisión valiente por parte de Christine Lagarde, que no ha sucumbido a las presiones del mercado que reclama, cada vez con más insistencia, una bajada inmediata de los tipos.
Pero todavía no se cumplen las condiciones para ello. Es más, el BCE consideró que aún es “prematuro”, incluso, debatir sobre ello porque la inflación no está controlada. Según los últimos datos de Eurostat, el IPC de diciembre subió hasta el 2,9%, frente al 2,4% de noviembre. En España se situó en el 3,1%. La inflación subyacente en la eurozona se situó en el 3,4% tras bajar dos décimas.
Es verdad que, según todas las previsiones, Europa no va a crecer -o lo hará de una forma muy leve- durante los próximos trimestres. Efectivamente, todavía no se han solucionado los problemas de suministros surgidos durante la pandemia, y que continúan los riesgos geopolíticos en Oriente Próximo, pero esos no son argumentos suficientes para reducir los tipos de interés porque la inflación no está controlada, ni mucho menos.
Por cierto, los bancos lideraron las caídas del Ibex en lugar de subir por la decisión de mantener los tipos en el 4,5% y jugar a favor del margen de intereses.
Dicho esto, nos seguimos haciendo la misma pregunta: si después de mantener los tipos elevados durante estos meses, la inflación continúa descontrolada, ¿no será que se trata de una inflación provocada por la escasez de oferta en lugar de por el aumento de la demanda? En Europa producimos cada vez menos y más caro -lo verde es caro- y eso no se arregla subiendo los tipos de interés sino produciendo más y más barato.
Ya veremos si Lagarde comienza a bajar los tipos en verano.