La Unión Europea -y dentro de esta, destaca España con el impulso de la vicepresidenta ecológica, Teresa Ribera- sólo piensa en sostenibilidad medioambiental, algo que se le critica desde el sector energético al haberse olvidado de otros dos aspectos del trilema energético (precios asequibles y seguridad del suministro). Ahora la crítica viene desde el sector primario, porque la Ley de Restauración de la Naturaleza pone en peligro la actividad de agricultores y pescadores.

Los representantes de los agricultores y las cooperativas agrarias (Copa-Cogeca) y de los pescadores (Europêche) han pedido que el Parlamento Europeo rechace dicha ley, algo de lo que se ha hecho eco ASAJA. Consideran que es una ley “mal pensada, poco realista e inaplicable que pone en peligro los medios de vida y la producción de alimentos de los agricultores y pescadores en la UE”. Niels Peter Nørring, presidente del Grupo de Trabajo sobre Medio Ambiente de Copa-Cogeca, ha señalado que “una buena Ley de Restauración de la Naturaleza no puede diseñarse sin el claro compromiso de los agricultores y pescadores”. Por su parte, Javier Garat, presidente de Europêche, ha subrayado que “debemos intentar compatibilizar la protección del medio ambiente con la actividad humana y, en particular, con la tan necesaria producción de alimentos. Ya estamos importando el 70% de los productos del mar que consumimos en Europa. La nueva Ley sin duda contribuirá a aumentar la brecha de seguridad alimentaria”.

El presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, subraya que “bajo el falso debate sobre la protección del medioambiente en Europa, realmente lo que se está haciendo, de manera descarada e intencionada, es buscar la reducción de la producción agraria

El próximo jueves 15, la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo tomará una decisión final sobre el expediente. Pero agricultores y ganaderos piden que la Comisión Europea reanude el proceso desde cero y les escuche. ASAJA estima que si la citada ley entra en vigor, en España supondría que alrededor del 40% de la superficie que está bajo la Red Natura 2000 (red de áreas de conservación de la biodiversidad en la UE) quedaría improductiva debido a que no permitiría la misma actividad agrícola como hasta ahora, a pesar de cumplir ya con numerosos condicionantes como son las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) así como de Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA). 

Al hilo de la citada ley, el presidente de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), Cristóbal Aguado, ha referido que “bajo el falso debate sobre la protección del medioambiente en Europa, realmente lo que se está haciendo, de manera descarada e intencionada, es buscar la reducción de la producción agraria, para beneficiar las exportaciones de bienes industriales, tecnológicos y de servicios de algunos países europeos y, al mismo tiempo, para beneficiar a otros países europeos no productores que así se enriquecen distribuyendo los alimentos que importan de países terceros. Ya está bien de engañar a la gente. Con leyes insultantes como estas, Bruselas está anteponiendo los intereses comerciales de unos pocos sobre la autosuficiente alimentaria europea”. 

Una ley que cuenta con el apoyo de Ribera, quien defiende que “ya no basta con conservar ecosistemas. Necesitamos restaurar nuestro patrimonio” y critica la oposición de algunos grupos, incluido el Partido Popular Europeo (PPE) -al que pertenece el PP de Feijóo-. En el entretanto, hace unos días, desde Vox, el diputado José María Figaredo denunciaba la “inutilidad del Gobierno” subrayando que “la seguridad alimentaria en España no se promueve atacando al cultivo de la fresa en Huelva, a los cítricos valencianos y a los agricultores de Murcia”. En todas estas polémicas (la última ha sido la de las fresas) ha tenido protagonismo Ribera.

Desde el grupo parlamentario de Vox en Castilla y León han cargado contra el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, “por ahogar a nuestro campo con restricciones burocráticas absurdas”. Además, le han advertido: “No vamos a dejar de defender a nuestros ganaderos y a señalar a los lacayos de la Agenda 2030” (ya saben, el invento de la progre ONU en busca del ‘desarrollo sostenible’).

Por su parte, la diputada Malena Nevado ha destacado que Vox es el único partido que se ha atrevido a denunciar la Agenda 2030. Asimismo, se ha preguntado si podría pasar en España algo parecido a lo que sucedió en Países Bajos hace unos meses: allí, el partido de los agricultores (Movimiento Campesino-Ciudadano (BoerBurgerBeweging, es decir, BBB) arrasó en las elecciones provinciales al ganar en 12 provincias, incluidas grandes ciudades. Esto se interpretó como un rechazo a las políticas de medio ambiente europeas y a la Agenda 2030, que “han condenado” al campo al ahogo en pro de la sostenibilidad. Y ojo, porque la agricultura y la ganadería ya han afrontado varios desafíos en los últimos tiempos (el Covid, la crisis energética, la guerra en Ucrania...) y las políticas ambientales radicales de la UE podrían ser la puntilla y afectar gravemente a la producción de alimentos y la soberanía alimentaria de la UE.   

Ganadería frente a renovables