Tesla ha decepcionado al mercado con sus resultados del segundo trimestre y por ende, del primer semestre, pues sus acciones se han desplomado un 10%. El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos se ha mantenido en pérdidas (eso sí, algo menores), pese a los mayores ingresos.

En concreto, la compañía que dirige Elon Musk ha perdido casi 1.000 millones de euros hasta junio (-22%), pues en el segundo trimestre fueron de 367,5 millones (-43%, pero tres veces superiores a lo previsto por los analistas) y se sumaron a los números rojos de 629 millones del periodo enero-marzo. Por tanto, sigue sin lograr rentabilidad, pese a que los ingresos han ascendido a 9.800 millones (+47%) en la primera mitad del año. 

Tesla ha presumido de haber obtenido más de 2.100 millones como resultado de una oferta pública de bonos convertibles. Un nivel de liquidez que les “pone en una posición cómoda a medida que nos preparamos para lanzar la producción del Model 3 en China y del Model Y en Estados Unidos”. Además, ha logrado un récord de entregas en el segundo trimestre: 95.356 vehículos, por lo que mantiene sus previsiones de entregar este año entre 360.000 y 400.000 unidades.