La petrolera Repsol prepara el nuevo plan estratégico, que presentará el 7 de junio, pero comienza a dar detalles a los analistas, que dibujan, por un lado, la cómoda posición de tesorería, tras la caja hecha con la venta del 20,07% (3.816 millones) de Gas Natural Fenosa a CVC, y otro, su deseo de seguir creciendo en todo los frentes.

Ahora bien, no será un crecimiento con base en grandes operaciones corporativas, sino en “muchas pequeñas cosas”, que representan una suma global que aporta, sobre todo pensando en la rentabilidad. Es decir, cualitativamente, y en la suma de todo, también cuantitativamente.

La petrolera, de hecho, quiere crecer orgánica e inorgánicamente y analizan, sin prisas pero sin pausa, todas las oportunidades en sus dos grandes áreas, la de upstream -operaciones de exploración y desarrollo de las reservas de crudo y gas natural- como en downstream (actividades de refino, trading y transporte de crudo y productos).

La venta del 20% de Gas Natural le da para mucho: crecimiento orgánico e inorgánico, sin prisas, y mejorar el dividendo

En la primera área, no obstante, mantiene un objetivo de producción en torno a 700-750 millones de barriles diarios. Hay que tener en cuenta que tras la integración de activos de la canadiense Talismán, Repsol prácticamente duplicó el número de barriles (de 355.000 a 660.000). De ahí procede desde entonces buena parte del incremento de producción.

Por otro lado, los campos de desarrollo de producción (conocidos como proyectos AC/DC), para crecer en el área de explotación, no comenzarán hasta 2020, según lo previsto y explicado por el consejero delegado, Josu Jon Imaz. Son campos en Alaska, Campos 33, Duvernay y CPO-9.

Las oportunidades, por otro lado, en downstream seguirán el patrón ensayado en México con la  nueva red de gasolineras. No era posible antes por ser un monopolio estatal, pero Repsol analizó esa posibilidad cuando el sector se abrió a la competencia.

De momento, no aportan mucho (ha instalado en el país centroamericano en torno a 200 estaciones de servicio), pero lo harán el futuro (como en España, donde cuenta con 3.500). Repsol se da su tiempo y espera crecer en torno a 200-250 gasolineras anuales.

En 'upstream', mantendrá la producción en 700-750 millones de barriles/ día (la duplicó tras la compra de Talismán) y en 'downstream', trasladará su 'know-how' a otros países

A esa realidad se sumarán en el futuro las nuevas oportunidades. Se trata únicamente de trasladar el su know-how a otras áreas geográficas. Y para eso cuenta con toda la actividad que ya desarrolla en España.

En el gas, en concreto, su propósito es continuar explorando y produciendo, como con el refino, trading y el transporte y contempla la posibilidad de competir en distribución de gas en España. Se trataría de aprovechar el acceso que ya tiene a los clientes del grupo.