Tremendo el ritmo que lleva la cotización de la acción de la compañía que preside Juan Villa-Mir de Fuentes. El miércoles, previo a la publicación de los resultados correspondientes a los nueve primeros meses del presente ejercicio, que por cierto ya se prometían, siendo benévolo, malos, la acción de la constructora volvió a ser pasto de los ávidos bajistas y se desplomó un 16%, hasta los 0,77€. En lo que llevamos de año se ha dejado 4,38€. Sí es cierto que ya con los resultado del pasado trimestre, en los que con un descenso de los ingresos en un 9,9% y un Ebitda de -76,8 millones de euros (M€), los motivos para el castigo bursátil se me antojan justificados, me da la impresión que la venta que hizo el Grupo Villar Mir del 12,2% de su participación en OHL, fue como quitar el tapón a una bañera y el agua, en forma de descenso de cotizaciones, ha buscado su desagüe natural que es el descenso. Así, la cotización pierde este jueves más de un 21% y sitúa el valor de cada título en 0,5 euros.

Las cuentas hasta septiembre no han sido malas como se preveía, si no que han sido horribles. Un resultado neto de -1.355,8M€ que en total suponen 1.453M€ menos que en septiembre de 2017.

Digamos, para no hacer más sangre, que 809M€ de esas enormes pérdidas corresponden a operaciones interrumpidas por las ventas realizadas de los negocios de concesiones y desarrollos, pero el resto de la cuenta no hay por donde cogerlo.

Las ventas, que ya venían flaqueando, continúan su proceso negativo, y los 2.113,4M€ alcanzados suponen un 14,1% menos que en 2017. Por líneas de negocio solo crecen las ventas en servicios (+14,6%), mientras que en Industrial descienden un 30,6%, y en construcción e ingeniería lo hacen un 14 y un 14,9%, respectivamente.

Por líneas de negocio, crecen las ventas en servicios, mientras que descienden en industrial y construcción e ingeniería

En su conjunto, los gastos de explotación crecen respecto al 2017, en especial los de explotación (7,3%), y la compañía presenta un Ebitda de -467,5M€, algo que se me antoja imposible de superar en este ejercicio. Y es que las medidas anunciadas -plan de reducción de costes, nuevo equipo directivo, rentabilidad y generación de caja- se me antojan todas ellas irrealizables en los tres meses que quedan del ejercicio, y menos aún que puedan dar la vuelta a la cuenta de resultados.

El resultado financiero, -172,5M€ (-79,2M€ en 2017), sigue el mismo camino que el resto de la cuenta: deterioros de instrumentos financieros (-115,8M€) y mayores gastos financieros (-64M€) son sus partidas principales causantes de la situación. Los resultados de entidades por el método de participación no podían ser menos y se suman a la debacle aportando 115,4M€ de pérdidas.

A estos resultados se ha de añadir la situación societaria. En la pasada Junta de Accionistas -poco más o menos, volaron los cuchillos- se escucharon calificativos como porquería, y durante el turno de preguntas se criticó de forma muy dura por parte de los minoritarios el bonus percibido por el ex CEO, Juan Osuna, por la venta del negocio de concesiones a IFM, y ocho meses después marchar probablemente al mismo fondo que realizó la compra. O los finiquitos de sus dos predecesores, Josep Piqué, que se llevó 2M€, o Garcia Madrid (6,2M€), aunque luego se habló de 9,5M€. Vamos, como dicen los italianos, un auténtico casino. 

Los nubarrones para OHL no se disipan

No me gustaría cerrar el articulo si haber dado alguna pincelada positiva de la situación financiera de la compañía, y por eso diré que la deuda financiera se ha reducido en 820,2M€, ya que no creo que las entidades financieras estuviesen dispuestas a renovar todas las líneas que vencían, no sé, simplemente por precaución.

Los recursos propios se han reducido en 1.956M€ en gran parte debido al resultado del ejercicio.

Pero los nubarrones para OHL no se disipan y se le abre otro frente de 356M€ que la Comunidad de Madrid está dispuesta a reclamarle por la paralización de las obras del tren de Navalcarnero.

¡Qué difícil la situación de Villar-Mir! Esto empieza a oler a liquidación o a venta forzada. Dicho de otra forma: OHL, hacia la disolucion. Ahora queda el Grupo Villar Mir.