• Los alemanes pueden echar a los españoles cuando les venga en gana.
  • Y en el entretanto, José Manuel Entrecanales se queja: acabaremos por contratar más abogados que ingenieros.
  • Los Quandt, dueños de BMW, no sólo arrastran la historia de su colaboración con el nazismo.
  • Además, es la familia alemana que más se benefició con la llegada de Hitler al poder.
  • Los Entrecanales han jugado bien sus bazas: son ellos lo que compra el grupo Nordex, no al revés. Eso sí, se quedan en minoría.
  • Y al final, la pregunta eterna: ¿cuándo las energías renovables serán rentables sin subvenciones? Algunos dicen que nunca.

Al final, José Manuel Entrecanales (en la imagen) lo consiguió. La CNMV hacía público el hecho relevante según el cual cierra el acuerdo con Nordex, la empresa de energía de la familia Quandt, la primera fortuna de Alemania. El lunes 4 de abril confirmaba la operación de la que luego abordaremos detalles. De entrada, destacar que al más verde de los empresarios españoles se le había acabado el chollo de las renovables en nuestro país, con la reforma Soria (no del todo, pero sí en parte) así como los sabrosos réditos del mega-pelotazo en Endesa, que le facilitara Rodríguez Zapatero y que terminó con la primera eléctrica en manos del Gobierno italiano y ahora, jibarizada y vaciada. Y ha dado el paso que necesitaba. José Manuel Entrecanales ha colocado su división de renovables a la alemana Nordex, propiedad de la familia Quandt, aunque en unas condiciones que merecen comentario aparte. Como lo merecen los Quandt, propietarios, sí, de BMW, aunque con orígenes textiles. Se trata no sólo de la familia más rica de Alemania sino la que más se benefició de la llegada al poder de un tal Adolf Hitler. De hecho tuvieron que hacer autocrítica como la hacen los ricos: pidiendo a un historiador independiente que se confesara por ellos. Y el historiador lo hizo y concluyó que, en efecto, los Quandt no sólo no habían sufrido a los nazis, no sólo habían coincidido con el nazismo: es que se habían forrado gracias a Hitler. A partir de ahí, los Quandt, muy alemán, se comportaron como patricios que dejan la gestión en manos de plebeyos. En primer lugar, a través de un intercambio y de una compra los Entrecanales se hacen con el 29,9% de Nordex y llevarán la gestión. Esto le encanta a los alemanes que no en vano inventaron el concepto de Consejo de Vigilancia, un consejo que sólo tiene una competencia: el de despedir al presidente-Ceo y a todo el consejo directivo y de Administración, sin dar explicaciones. Total, que con un 30% y un desembolso apreciable los Entrecanales llevarán la gestión como socios segundos de los Quandt en la división energética del grupo alemán a la que ahora se une la de Acciona. Buena operación en el sentido de que es Acciona quien invierte en Nordex, y quien controlará la gestión al revés de lo que suele suceder en España con empresas foráneas. Pero ojo, los Quandt pueden echar a los Entrecanales cuando les venga en gana. Pero lo cierto es que se la juega... una vez más. En Acciona dicen que acabará por tener más abogados en nómina que ingenieros. Entre ATLL en Cataluña, los líos de Perú y ahora su presunta implicación en Aquamed, Entrecanales está hasta el gorro de jurídicos. Por no hablar de otro problema: aún no sabemos cuándo las energías renovables serán rentables por sí solas sin el apoyo del dinero público. Algunos dicen que nunca. Eulogio López eulogio@hispanidad.com