La fusión entre el grupo automovilístico francés PSA y el italo-estadounidense Fiat Chrysler Automobiles (FCA) está más cerca, pues este lunes la Comisión Europea ha dado su visto bueno a la operación, aunque con condiciones en el segmento de las furgonetas pequeñas, el tema que más le preocupaba de cara a la competencia. Ahora el próximo paso es ver qué dicen los accionistas: el 4 de enero, en las respectivas juntas de ambos grupos.

Bruselas abrió una investigación a mediados de junio sobre esta fusión al considerar que podría violar las leyes de competencia de 14 países de la Unión Europea y de Reino Unido, pero ahora ha concluido que no hay problema. “Podemos aprobar la fusión de Fiat Chrysler y Peugeot SA porque sus compromisos facilitarán la entrada y expansión en el mercado de furgonetas comerciales pequeñas”, ha señalado en un comunicado la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

En concreto, PSA se ha comprometido a extender el acuerdo que tiene actualmente con Toyota en vehículos comerciales ligeros (produce unidades del grupo automovilístico nipón para venderlos fundamentalmente en la UE). Esto, como ya comentó Hispanidad, beneficiará a las plantas de Sevel Nord (joint venture que tiene con FCA) en Valenciennes (Francia) y de PSA en Vigo, donde se fabrican la furgoneta Proace y la variante eléctrica de la Proace City, respectivamente. También facilitará el acceso de competidores a sus talleres de reparaciones y mantenimiento, levantando la actual prohibición de usar herramientas y equipos de los dos grupos para reparar coches de los rivales. Estas dos condiciones “permiten el mantenimiento de una competencia efectiva en el mercado y ataja totalmente las preocupaciones de la Comisión”, ha apuntado Vestager.

Si en las respectivas juntas, los accionistas aprueban la fusión nacerá Stellantis, el cuarto grupo automovilístico en ventas tras Volkswagen, Toyota y la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi. Además, no hay que olvidar que PSA vendió un 7% del fabricante de componentes Faurecia por 308 millones de euros, rebajando su participación al 39% y no descarta más ventas de acciones para que Stellantis no tome su control.