Vídeo corto pero sustancioso el que corre por las redes sociales sobre la conmemoración del ocho de marzo. El carnaval continúa. Con la esposa del presidente del Gobierno, Begoña Gómez (no, no va en las listas del PSOE), en primer plano, vociferando contra el PP, hasta la vicepresidenta Carmen Calvo dando saltitos y grititos. Se puede hablar de una cierta utilización política de la izquierda sobre el ocho de marzo.  

Pero eso es lo de menos. El resto de las imágenes muestran la profundidad intelectual y la estilosa finura del feminismo español convertido en algo bastante más grosero que el machismo más mostrenco. 

Eso sí, se ha proporcionado un gran ejemplo a niñas y adolescentes, con un lenguaje y una actitud tan constructivos que de seguro puede salir una futura generación de mujeres de carácter sólido y formación acrisolada.

Si la sociedad pierde el sentido del ridículo, el 8 de marzo supondrá un aluvión de votos para el PSOE

Ciertamente, como las ministras allí presentes, que simulaban monjas convertidas en vampiras, el potencial feminista de la izquierda es parecido al del carnaval en Tenerife: puede ser una manantial de votos para el PSOE... con una sola condición: que la sociedad española, en particular la mujer española, pierda definitivamente el sentido del ridículo. Estamos a un paso de conseguirlo.

Pero no se preocupen de ello, contemplen el vídeo: esa es la esencia del feminismo.