El recién investido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tomado posesión de su cargo ante el rey Felipe VI este miércoles, prometiendo lealtad al monarca y para hacer guardar la Constitución, según la fórmula establecida.

"Prometo, por mi conciencia y honor, cumplir con las obligaciones del cargo de presidente del Gobierno, con lealtad al Rey, y hacer guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, así como mantener en secreto las deliberaciones del Consejo de Ministros", ha pronunciado Sánchez ante un ejemplar de la Constitución abierto por el artículo 62, que establece así la fórmula, ha recogido RTVE.

Por cierto que Sánchez no ha añadido "ministras" tras hablar del 'consejo de ministros'. Machismo institucional en toda regla.

Una vez más, Sánchez ha prometido el cargo sin presencia de símbolos religiosos, como ya hizo en junio de 2018  tras la moción de censura que le llevó a La Moncloa. El líder socialista se convirtió entonces en el primer presidente del Gobierno de la democracia que prometía su cargo solo ante la Constitución, sin crucifijo ni Biblia.

Con la llegada de Felipe VI a la Jefatura del Estado, la Casa Real cambió el protocolo y permitió que los altos cargos prometiesen ante el Rey sin símbolos religiosos, conforme a la libertad religiosa recogida en la Constitución, pero Sánchez fue el primer presidente del Gobierno que prescindía de ellos, recuerda RTVE.