El arzobispo Henryk Hoser, de 76 años, el Delegado pontificio para el santuario de Medjugorje (Bosnia), ha prohibido la comunión en la mano, escribe el conocido periodista italiano David Murgia en su blog IlSegnoDiGiona.com, el pasado 8 de julio.

Murgia cuenta que el sacerdote responsable de los peregrinos italianos les dijo a los fieles durante la misa oficial de la tarde italiana del 8 de julio: “Por disposición del delegado pontificio, hoy solo será posible recibir la comunión en la boca, no en la mano”. “La medida se tomó para evitar el robo de hostias consagradas que se venden por hasta 500 euros”, escribe.

Según Murgia, la noticia fue confirmada por otras fuentes.

Por medio de la comunión en la mano se han multiplicado los robos sacrílegos de hostias.

Cabe recordar que el Papa Francisco no publicó el informe de la Comisión sobre Medjugorje, creada por Benedicto XVI, pero al mismo tiempo ha nombrado un administrador apostólico, el citado arzobispo Henryk Hoser, con autoridad sobre la aldea de las apariciones y sin que tenga que dar cuenta al obispo de la zona.

En cualquier caso, sea cual sea la razón aducida, Hosar marca tendencia: no son pocos los ambientes católicos que apuestan por volver a la comunión en la boca, no sólo para evitar robos sino para evitar abusos e irreverencias.