‘El caso de David Daleiden es un ejemplo perfecto de la persecución de los cristianos que ya tiene lugar en América. En otros regímenes tiránicos la policía llega a las 3 de la madrugada y la gente desaparece. En Estados Unidos la persecución es a través de los medios de comunicación, la presión para encajar en el trabajo, amenazas en los medios generalistas, denuncias, acciones legales, multas y ruina financiera’.

"Así valora el sacerdote y popular bloguero Dwight Longenecker el ensañamiento judicial contra David Daleiden, probablemente el activista provida más odiado por la industria abortista, por sus reveladores vídeos con cámara oculta en los que mostraba a sus ejecutivos vendiendo a laboratorios de investigación partes de bebés abortados y poniéndole precios a cerebros o riñones de bebé mientras tomaban cócteles", informa Religión en Libertad.

“La patronal del aborto Planned Parenthood y la Federación Nacional del Aborto (NAF) han puesto en marcha dos denuncias federales contra Daleiden... y el juez que lo está juzgando, William Orrick III, no es neutral en ningún sentido. No sólo es un abortista entusiasta, sino que fundó, dirigió y financió una clínica abortista de Planned Parenthood en San Francisco”, añade Religión en Libertad.

‘Orrick debería dejar el caso, está implicado. Se niega a hacerlo. Sus compañeros jueces deberían pedirle que tenga la responsabilidad de auto-excluirse. Ellos miran a otro lado’, denuncia Longenecker.

“Ahora el juez abortista ha empezado el proceso imponiendo una descomunal multa de 195.000 dólares al activista provida acusándole de desacato. ¿Qué hizo Daleiden para tal multa? Simplemente, aportar para su defensa en otro juicio sus vídeos. La respuesta del juez es un caso evidente de encarnizamiento y ensañamiento judicial de un magistrado al servicio de la industria del aborto”, explica esta misma web.

Ahora el juez abortista ha empezado el proceso imponiendo una descomunal multa de 195.000 dólares al activista provida acusándole de desacato

"Al iniciarse el proceso legal, el juez William Orrick prohibió a Daleiden publicar algunos de los vídeos de Planned Parenthood (que están circulando ya desde hace años). Después, entró en marcha un segundo ataque legal: la fiscal general de California, Kamala Harris (que ahora es senadora y quiere presentarse a presidenta de EEUU) lanzó un proceso contra Daleiden señalando una ley californiana que prohíbe grabar y publicar conversaciones confidenciales”, prosigue Religión en Libertad.

¿Cuántas conversaciones grabadas en secreto se publican en todo tipo de medios de comunicación de California? Una multitud, continuamente. Pero Daleiden asegura que el único jamás juzgado en California con esta ley es él.

‘Ningún otro periodista infiltrado ha sido jamás juzgado con la ley de grabación de vídeos de California, aunque se graban y publican vídeos de cámaras ocultas cada semana. Mi caso es el primero y el único... porque es el ataque de Kamala Harris contra mis derechos de Primera Enmienda, políticamente motivado para beneficiar a sus amigos y donantes de Planned Parenthood’, explica Daleiden.

“Daleiden detalla además que los vídeos no grababan información ‘confidencial’: grababan conversaciones en restaurantes, cócteles y fiestas públicas, conversaciones que cualquiera que estuviera cerca podía oír”, recoge Religión en Libertad.

Lo más rocambolesco del caso es que cuando los abogados de Daleiden presentaron los vídeos como prueba en el juicio de la fiscal Kamala Harris, el otro juez, Orrick, ¡decidió multarle por violar sus órdenes de no usar los vídeos! Y con esa excusa el juez Orrik (recordemos, antiguo director o dueño de una clínica de abortos) ha multado a Daleiden con una multa colosal y exagerada de 195.000 dólares por desacato a su tribunal.

“Se trata de un evidente abuso y encarnizamiento. Los abogados de Daleiden protestaron y apelaron por este tema, pero los jueces de la apelación (el 9º circuito, “notoriamente sesgados y liberales”, escribe Longenecker) decidieron que no se trataría el tema hasta acabado el proceso... y que por lo tanto Daleiden ha de empezar aportando 195.000 dólares, añade Religión en Libertad.

Daleiden y su equipo de abogados no piensan rendirse, saben que su lucha contra el acoso de la industria abortista es larga, llevan ya años en ello, y en esta fase piden ayuda aquí en GoFundMe (explicando toda la historia) para poder financiar esa primera y absurda multa.

De hecho, Daleiden y su equipo ya han ganado dos juicios: uno contra la empresa StemExpress que comercia con partes de bebés abortados, y otro contra la patronal abortista PlannedParenthood de Texas.

Daleiden estuvo 3 años grabando videos con cámara oculta y los hizo públicos hace 4 años. Desde entonces, la patronal abortista ha tenido muchos problemas.