Cuádruple hora bruja.  Es decir, y en el idioma de los mercados, día en el que coincide la fecha de vencimiento de los futuros sobre índices, opciones sobre índices, futuros sobre acciones y opciones sobre acciones. Jornada que tiene lugar una vez al trimestre, en concreto, el tercer viernes de mes, en este caso de junio.

En este escenario tenía lugar el cierre de la bolsa europea el viernes 19, con subidas, pero temerosa, desorientada, volátil y extremadamente expuesta a las noticias que nos llegan a diario, hora a hora, incluso minuto a minuto sobre la evolución de la crisis sanitaria.

Avances moderados por el alivio que supone, de momento, el control del brote de coronavirus en Pekín que relaja la aversión al riesgo. El Ibex 35 cerraba con un alza del 0,32% hasta 7.414,20 puntos. Así que, el selectivo español saldaba la semana con una subida del 1,67%.

Mañana habrá que estar atentos y ver cómo reacciona la bolsa española al final del estado de alarma….un mercado que en estos 100 días de confinamiento ha sufrido aunque no especialmente, salvo en jornadas contadas.

Y sí la volatilidad es una constante en los mercados, la constante de la deuda en los últimos meses es una tendencia clara a marcar máximos históricos 

Como es habitual, los mercados se anticipan a los acontecimientos y descuentan tiempo. Y así ha sido en el caso del Ibex 35 que, según un análisis elaborado por la agencia EFE, ha subido durante el estado de alarma un 12% pero ha caído un 26% desde que irrumpió el virus.

“Los inversores se han movido durante estos meses al compás que marcaban la evolución de la pandemia, los procesos de confinamiento y desescalada, los indicadores macroeconómicos y las medidas de estímulo de Gobiernos y bancos centrales”.

El Ibex superó los 10.000 puntos el 17 de febrero, el nivel más alto desde 2018, a pesar de que los primeros contagios de coronavirus habían aparecido en Europa. En España, por ejemplo, se había suspendido el Congreso Mundial de Móviles.

El selectivo recibió el primer impacto del coronavirus el 24 de febrero, con una caída del 4%. Ese fin de semana Italia había suspendido el carnaval de Venecia y había aislado once localidades

A partir de ese momento, se han alternado jornadas positivas y negativas. El 24 de marzo, el Ibex gana un 7,8 %, la mayor subida en diez años, por las medidas de estímulo de la Reserva Federal de EE.UU. y el anuncio del final de la cuarentena en Wuhan. Sin embargo al cierre de ese mes de marzo rubricaba el peor triemestre de su historia.

Abril terminaba con una bajada del 2 % pero en mayo se encadenaban las rachas positivas por el inicio de los procesos de desconfinamiento y el anuncio de nuevos paquetes de estímulos fiscales y monetarios. En las últimas semanas, las dudas han vuelto a los mercados por los rebrotes de la epidemia en varios países.

El Ibex 35 ha subido durante el estado de alarma un 12% pero ha caído un 26% desde que irrumpió el virus

Pero no todas las empresas que cotizan en el selectivo han sufrido igual. Según el portal Investing.com, la peor parada hasta la fecha es Banco Sabadell que pierde en el año más de un 67% seguida del Banco Santander que ha bajado el 41,37%, y del BBVA con descensos del 37,49%

Además del sector bancario, la COVID-19 ha golpeado especialmente al sector turístico, con IAG a la cabeza porque ha perdido en el año un 58,81%.

La deuda, en máximos y la incógnita de los ERTE

Y sí la volatilidad es una constante en los mercados, la constante de la deuda en los últimos meses es una tendencia clara a marcar máximos históricos. Del 1,23 billones es el último dato conocido, casi el 100% de toda la riqueza generada durante un año. Es más, según las estimaciones del Banco de España, en el escenario más moderado de caída del PIB por la crisis del coronavirus, la ratio de deuda pública se elevará en torno al 115% del PIB, mientras que en el más adverso podría superar el 120% del PIB.

En este escenario se presenta una incógnita extremadamente preocupante. Cuando acaben los ERTE, ¿a cuánto se disparará el paro? El Gobierno no tendrá más remedio que ceder: ERTEs hasta 31 de diciembre.

Sindicatos y empresarios habían pedido exenciones para los ERTEs de causas objetivas, pues los de fuerza mayor irán decayendo tras el fin del estado de alarma 

De momento, esta semana se retoman los contactos con los agentes sociales después de que el Ministerio de Trabajo se comprometiera  a enviarles por escrito una nueva propuesta. "El Gobierno ha puesto sobre la mesa una tercera propuesta, con flexibilidad negociadora y adaptando el sistema de ERTEs a las nuevas circunstancias".

Las exenciones a las cuotas de la Seguridad Social son el principal obstáculo para llegar a un acuerdo. Las exenciones se aplican actualmente a los expedientes de fuerza mayor, pero no a los de causas objetivas. Sindicatos y empresarios habían pedido exenciones para los ERTEs de causas objetivas, pues los de fuerza mayor irán decayendo tras el fin del estado de alarma y los otros serán más habituales.