Bruselas busca financiación vía nuevos impuestos… y no sólo para el fondo de recuperación postcoronavirus (750.000 millones de euros). Aspira a poder contar con “un flujo constante de nuevos recursos propios” que se añadan al Presupuesto comunitario, según ha afirmado Johannes Hahn, comisario europeo de Presupuesto y Administración, al Financial Times.

Por todo esto no descarta poner en marcha la famosa ‘tasa Google’ a las empresas digitales, lo que sobre todo afecta a las grandes empresas digitales (Google, Facebook, Amazon…), si se retrasa el acuerdo en la OCDE. Por ahora, el debate en este organismo sobre dicho impuesto se ha aplazado a octubre y se espera que haya varias etapas, por lo que podría no estar listo hasta 2021. La Unión Europea prevé recaudar unos 6.000 millones anuales por la ‘tasa Google’, que hasta ahora se ha aprobado en Francia y España. En nuestro país, el Gobierno espera hacer ‘grandes cosas’ con dicha recaudación, pero conviene recordar que ya ha rebajado sus previsiones al respecto: de los 1.200 millones planteados en un principio a unos 968 millones por la ralentización económica, muy por encima de la estimación gala (unos 650 millones).

España ya ha rebajado sus previsiones de recaudación de la ‘tasa Google’: de los 1.200 millones planteados en un principio a unos 968 millones por la ralentización económica

Paralelamente, Bruselas está barajando una tasa anual de acceso al mercado único para grandes compañías que entraría en vigor en 2024. Se aplicaría a las que facturan más de 750 millones anuales, lo que podría afectar a unas 70.000 empresas. Se prevé una recaudación de 10.000 millones, que supondría menos del 0,2% de la facturación de las afectadas en mercado europeo, según Reuters. Pero aún hay tiempo para ver cómo se pondría en marcha: si sería un gravamen sobre los beneficios adicional al Impuesto de Sociedades ya existente o bien uno proporcional al tamaño de las compañías.

Asimismo, la Comisión Europea no pierde de vista el medio ambiente. Por ello, está pensando en dos tasas sobre emisiones: una que grave el comercio de emisiones y otra en frontera (una especie de arancel) para los productos que vengan de países con menores estándares ambientales. Y por último, también baraja una sobre plástico y más cuando en 2021 se pondrá fin a los de un solo uso.