Bayer ha registrado un desplome de su beneficio neto del 40% en el primer semestre, hasta los 1.645 millones de euros, que le ha causado un castigo bursátil (-3%), por culpa de Monsanto. Más concretamente por los extraordinarios que le ha deparado esta compra cerrada en junio de 2018 por 63.000 millones de dólares (unos 56.500 millones de euros al cambio actual: provisiones por las 18.400 demandas que ya acumula por glifosato (ingrediente de los herbicidas de Roundup que ha resultado cancerígeno) y la reestructuración anunciada -reducirá el 10% de la plantilla, o sea, despedirá a más de 11.500 personas-).

Hasta ahora, lleva tres condenas por glifosato pero las indemnizaciones han pasado de un total inicial de 2.424 millones a apenas 100,2 millones

Las demandas por glifosato son el principal problema que tiene hoy el gigante químico y farmacéutico alemán, aunque podría no salir tan mal parada como se estimaba en un principio: hasta ahora, ha recibido tres condenas para indemnizar a un exjardinero, un jubilado y un matrimonio enfermo de cáncer. Pero la suma de estas condenas se ha reducido desde un monto total de 2.424 millones de euros a apenas 100,2 millones… y Bayer podría estar dispuesto a llegar a un acuerdo amistoso, según Swissinfo, que cita que el banco Berenberg estimaría en cerca de un millón de dólares (casi 900.000 euros) por querellante. De ahí las millonarias provisiones que debería hacer: en sus perspectivas para 2019 ya recoge unos atípicos de 12.200 millones de euros… y pese a que ha confirmado dichas metas (entre ellas, alcanzar unas ventas de 46.000 millones este año), el CEO de Bayer, Werner Baumann, ha reconocido que estas son “cada vez más ambiciosas” ante las dificultades del negocio agrícola (Crop Science). De hecho, entre enero y junio, las ventas han ascendido a 24.500 millones (+31,6%) y el Ebitda, ha 7.115 millones (+35,7%).

Confirma las perspectivas para 2019, aunque son "cada vez más ambiciosas", según el CEO, y que ya recogen unos atípicos de 12.200 millones 

Por negocios, el agrícola (que incluye herbicidas, semillas, fungicidas e insecticidas) ha ganado peso en el gigante alemán y es el que más ingresos aporta, algo muy lógico tras la compra de Monsanto. Sus ventas han ascendido a 11.232 millones (+91,3%) hasta junio, pese al freno en el segundo trimestre por condiciones climáticas extremas en América del Norte.

Le sigue la división farmacéutica, con 8.776 millones (+5,8%), que ya no es liderada por los anticonceptivos, sino por el anticoagulante Xarelto, que ha facturado 1.007 millones en el segundo trimestre (+13%), y la medicina para los ojos Eylea, con 604 millones de ingresos (+11,9%). Tras estas dos joyas, están los anticonceptivos de la familia Mirena (dispositivo intrauterino -DIU- que libera la hormona levonorgestrel dentro del útero y que ha tenido demandas por pseudotumor cerebral en EEUU), con 276 millones (+7,6%), mientras que las pastillas anticonceptivas de la familia YAZ (denunciadas por provocar muertes en distintos países) aportan 167 millones (+5%). Además, destacan el aumento del medicamento contra el cáncer Stivarga (+25,6%) y el descenso del tratamiento de la esclerosis múltipole Betaferon/Betaseron (-15,5%).

Y tras esta división, se colocan el negocio de consumo (Consumer Health), con una facturación de 2.837 millones (+0,5%) y el de salud animal, que está en venta, con 875 millones (+0,9%) de ingresos. 

Por su parte, la deuda financiera neta ha cerrado junio en 38.808 millones, lo que supone un 5,6% más respecto a la cifra del primer trimestre.