López Obrador, AMLO, no ha ido de farol con su amenaza a la ampliación del aeropuerto de México, el proyecto adjudicado hace un año a un consorcio en el que participa la española FCC con un 14,28%. El futuro Gobierno ha iniciado ya el referéndum anunciado y mide el pulso sobre la nueva construcción o la modernización de la base aérea militar existente.

Curiosamente, instituciones públicas, como el organismo electoral, no avalan la consulta y critica la ausencia de garantías. López Obrador, sin embargo, enfrentado durante la campaña al magnate Carlos Slim, accionista de control de FCC, sigue adelante y espera que participen al menos 500.000 personas, entre nada y menos frente a los 126 millones de habitantes.

Uno de los participantes en el proyecto del nuevo aeropuerto internacional es el consorcio CTVM (Constructora Terminal Valle de México), que se lo adjudicó con la propuesta más baja, de unos 4.700 millones de dólares (en euros, más 4.000) y en él están CICSA, GIA, Prodemex, Hermes Infraestructura, ICA y las españolas FCC y Acciona. Para FCC, en concreto, la cancelación supondría un quebranto o pérdida de negocio de unos 543 millones de euros.

AMLO asegura que el futuro Gobierno tendrá en cuenta el resultado para frenar el proyecto en la capital mexicana

Para López Obrador, que todavía no ha tomado posesión como presidente de México (lo hará el 1 de diciembre), se trata de un proyecto demasiado costoso y plagado de corrupción. A eso se agarra, en su guion populista, para decir que la alegría de la gente por votar contrasta con la preocupación que pueden sentir los corruptos. Y a partir de ahí, insiste, el futuro gobierno respaldará los resultados de la consulta.

Las opciones son dos: seguir con el proyecto del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad, que se construye desde 2015, con un presupuesto de 13.300 millones de dólares o mantener aeropuerto actual, reacondicionándolo y añadiendo dos pistas.

Para los afectados, como la industria aérea o los inversores, la cancelación tendría nefastas repercusiones

Para los afectados, como la industria aérea o los inversores, la cancelación tendría nefastas repercusiones. México no sufre la depreciación de la moneda como Argentina o Brasil, pero un dato indicativo: el peso acumula una pérdida este mes del 4% y puede aumentar esa penalización a medida que se acerca el 1 de diciembre.

Mientras los analistas de BBVA, que opera con Bancomer, el mayor banco del país, dudan de que el proyecto de esas dimensiones pueda pararse, otros, como Banco Base, creen que alentaría el riesgo país, precisamente cuando aumenta la incertidumbre ante las futuras políticas públicas.