Mark Zuckerberg, dueño de Facebook, Whatsapp e Instagram, ha expresado su desacuerdo con las medidas de Trump que limitan la exención de responsabilidad legal para las compañías “que se involucren en censura o conducta política”, llegando incluso a amenazar con cerrarlasZuckerberg ha expresado: “En general, pienso que si un gobierno elige censurar a una plataforma porque están preocupados por una posible censura, esa no es la forma correcta de encararlo”, señaló.

A la vez, en una entrevista con la cadena Fox News, el emprendedor aseguró que su empresa no puede ser “árbitro de la verdad de todo lo que la gente dice en internet”. La declaración parece diseñada para distanciarse de Twitter, después de que la plataforma cuestionara específicamente la veracidad de los fundamentos de Trump en su crítica al voto por correo, una instancia del denominado fact-checking (verificación de datos), como el que están llevando a cabo algunos de los principales medios y agencias de noticias del mundo en tiempos de fake news.

Esto lo dice Zuckerberg otro hombre NOM (Nuevo Orden Mundial), cuyo objetivo es obtener el monopolio mundial de las redes sociales. Luego impondrá la censura... global. Su plan tiene dos fases: primero, controlar el monopolio mundial de las redes sociales y, segundo, la censura. El dueño de Facebook, Whatsapp e Instagram no pierde el tiempo y, al mismo tiempo que invierte miles de millones en la expansión de las redes sociales en India -para eso ha comprado el 9,99% de Reliance Jio- en España, contrata los servicios de Newtral, empresa de la periodista Ana Pastor, para censurar -perdón, monitorizar- los contenidos en las redes sociales, el espacio de libertad de expresión que queda en nuestro país.

Su respuesta a Trump se resume muy bien acudiendo al refranero popular: “Le dijo la sartén al cazo: quita que me manchas…”.