Se pone freno a la ‘diarrea’ tuitera de Elon Musk, fundador y máximo accionista de Tesla, pues a partir de ahora sus mensajes sobre la compañía serán revisados por abogados antes de publicarse. Una jueza de Nueva York ha aprobado el acuerdo entre el regulador del mercado de valores estadounidense (SEC) y Musk, evitando que este sea declarado en desacato por violar un acuerdo anterior entre Tesla y la SEC.

Los problemas para Musk empezaron hace más de un año, cuando anunció una cifra errónea de producción de vehículos y en agosto, volvió a liarla hablando de una posible salida a bolsa de Tesla. Los porros puede que tuvieran algo que ver en todo esto, ¿o no? Resulta que su ‘diarrea’ tuitera infló artificialmente el valor de las acciones de Tesla, lo que le benefició directamente al ser el máximo accionista, pero la SEC y otros inversores no se quedaron con los brazos cruzados y le demandaron.