Ultraderechista, racista machista, homófobo, amigo de la dictadura militar. Jair Bolsonaro tenía de todo menos de bonito, pero resulta que obtiene el 46,6% de los votos. Su seguidor, Haddad, el representante del gran hombre, Lula de Silva, el líder del pueblo y de los pobres, se quedó en el 28,5%.

Por cierto, el gran Lula, el líder de los pobres, está en prisión por corrupción, No, acusado, sino condenado por corrupción y a penas de cárcel no eludible. Entre otras cosas, por quedarse con propiedades regaladas.

Es decir, que el pérfido ultra arrasa en el país. Una de dos, o Brasil es un país muy raro o los medios de información españoles informamos mal.