Gestamp no escapa al contexto de la crisis del automóvil que están notando la mayoría de fabricantes (excepto Ferrari, por ahora) pero no tanto el segmento de proveedores al que pertenece (así se ha visto en los últimos resultados de CIE Automotive, Teknia y Continental). Y tras bajar en ingresos y beneficio, pese a mantener el resultado bruto de explotación (ebitda) en el primer semestre, intenta fortalecer su balance… con venta de activos, ahora también en Alemania.

El fabricante de componentes metálicos para el automóvil, que controla la familia Riberas en un 75% a través del holding Acek Desarrollo y Gestión Industrial, quiere desprenderse de activos operativos en Alemania por unos 20 millones de euros, como avanza Expansión. Y todo esto, después de haber obtenido 39 millones al desprenderse de activos en EEUU y de dar entrada al Banco Santander en cuatro filiales inmobiliarias en España. Recuerden que el banco que preside Ana Botín inyectará 245,5 millones para hacerse con participaciones minoritarias en cuatro filiales inmobiliarias (en concreto, las propietarias de los activos inmobiliarios de Gestamp en España), pero Gestamp mantendrá el control de todos los activos y la operación de su actividad industrial en nuestro país. Una operación que la compañía que tiene como presidente ejecutivo a Francisco José Riberas Mera refirió que “responde a los objetivos estratégicos del Grupo Gestamp contribuyendo a aumentar la fortaleza del balance y poniendo en valor sus activos en España”.

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Ahora, el fabricante de componentes metálicos para el automóvil insiste en la venta de activos, pero en Alemania, donde cuenta con siete plantas de producción, dos centros de I+D y dos oficinas. Se trata de su cuarto mercado por volumen de negocio, tras España, EEUU y China, en el primer semestre del año. En dicho periodo Gestamp vio descender sus ingresos a 5.844 millones, debido a la bajada de la producción de vehículos en las regiones de Europa Occidental y NAFTA (Canadá, EEUU y México) y al impacto negativo del tipo de cambio. Por su parte, el beneficio neto pasó de 106 millones a 75 millones, mientras el ebitda se mantuvo bastante estable (pasó de 642 millones a 641 millones).

Ante estas cifras, la compañía ve necesario seguir apostando por fortalecer su balance, reducir deuda, aumentar la generación de caja, poner en valor sus activos (con ventas o entrada de socios) y mejorar la eficiencia. En esto último lleva trabajando desde 2021, cuando lanzó el Plan Atenea, y al que sumó en 2024, el Plan Phoenix, cuyo objetivo es mejorar la rentabilidad en la región de NAFTA… y para ello también se ha desprendido de activos operativos en EEUU, donde ahora tiene nueve fábricas (seis de ellas en revisión), dos más que en México. Además, su negocio de reciclaje no escapa de las ventas: su filial de economía circular, Gescrap, se hizo con Industrias López Soriano, de la que contempla activos disponibles para la venta por unos 6 millones.

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Al hilo de Gestamp, conviene recordar el interrogante de si se va preparando la sucesión en Gestamp porque Francisco José Riberas Mera (61 años) designó a su hija Patricia Riberas López (33 años, y que cumplirá 34 el próximo 23 de octubre) como consejera ejecutiva, y los accionistas dieron su visto bueno en la última Junta de Accionistas celebrada el pasado mayo. Patricia Riberas López trabaja en Gestamp actualmente como responsable de la Oficina de Excelencia Operacional y se incorporó a la compañía en 2018. Tiene dos hermanos (Mónica y Francisco José) que, al igual que ella, tienen unas participaciones del 5% en General Alquiler de Maquinaria (GAM) -empresa que controla su padre en un 43,235%- y son consejeros externos dominicales. Patricia Riberas López ha dejado de ser consejera externa dominical en GAM, tras haber sido nombrada consejera ejecutiva de Gestamp.