Iberdrola no va de farol, precisamente, contra la gestión, cada vez más alemana, en Siemens Gamesa, que celebra este viernes junta de accionistas en Zamudio (Vizcaya). Todo lo contrario: va a por todas. Léase: o lanza una OPA sobre Gamesa, excepción que le permitió con unas condiciones que no ha cumplido o se verán en los tribunales.

La eléctrica que preside Ignacio Sánchez Galán está furiosa. Por eso va a por todas, según fuentes de Iberdrola, con un doble objetivo: “acudir en auxilio de los intereses de los accionistas minoritarios”, por un lado, y por otro, para que la Junta “refuerce el papel de los consejeros para evitar abusos de Siemens”.

Como ya explicamos, la tensión es máxima, pero, ojo, Iberdrola cuenta con el “apoyo explícito de los principales proxy advisors internacionales, ISS y Glass Lewis”. En plata: el respaldo de los asesores de los inversores institucionales, que votarán en el mismo sentido que Iberdrola a favor de las dos propuestas que la eléctrica ha introducido en la Junta.

La eléctrica acusa a los alemanes de querer llevarse Gamesa fuera de España, que es la condición por la que CNMV le eximió de lanzar una OPA

La asamblea de accionistas aprobará las cuentas anuales de Siemens Gamesa y otros puntos ordinarios, pero también esas dos propuestas del segundo accionista (8%) después de Siemens (59%). Mientras, Siemens ha hablado con periodistas españoles, preparando el terreno -o lanzando, si prefieren, un mensaje a Iberdrola-, pero tiene dos posibilidades: atender al segundo accionista, unido a los fondos de inversión, o remar para que amaine el temporal, muy improbable.

Las propuestas formuladas por Iberdrola son “novedosas e inusuales en el panorama de las sociedades cotizadas españolas”, añaden a Hispanidad las mismas fuentes, y con ellas quiere que “la Junta General dé un puñetazo en la mesa y curse instrucciones expresas para reforzar el papel de los consejeros frente a Siemens”.

Siemens se enfrenta a sus contradicciones: puede votar a favor de los consejeros y accionistas o quedar expuesto ante ellos y la CNMV

Iberdrola, de hecho, está “satisfecha con el trabajado de los consejeros, muy especialmente los independientes y de la Comisión de Auditoría en particular”. Ahora bien, quiere apoyar y reforzar a los consejeros “más allá de la gran labor” de representación. Por esa senda discurrirá la intervención de Iberdrola en la Junta para que “el Consejo tenga más y mejores herramientas para continuar su trabajo de defensa de los minoritarios”.

La primera de las propuestas de Iberdrola es “una orden clara para mejorar los procedimientos de gobierno corporativo” con el fin de que aumentar las garantías en las operaciones vinculadas con Siemens, evitando lo que fuentes de Iberdrola han calificado como “riesgo de una administración de hecho de Siemens, que puede acabar dejando al Consejo vacío de funciones”.

La segunda propuesta pretende renovar las instrucciones al Consejo para que asegure que la sede social, y la sede efectiva del negocio, permanecen en España. Iberdrola, de hecho, teme que los alemanes quieren llevarse Gamesa fuera de España, y eso se da de bruces con las condiciones por las que CNMV permitió a Siemens que no tuviera que lanzar una OPA a pesar de que alcanzaba una participación mayoritaria en Siemens Gamesa.

Las mismas fuentes recuerdan que “el principal motivo por el que la CNMV permitió esta excepción fue la consolidación y reforzamiento de un gran proyecto industrial español, independiente y dirigido desde nuestro país”.

¿Qué ha pasado, sin embargo? Que a la presidenta de Siemens, Rosa Garcíale faltó tiempo para sustituir a Ignacio Martín, y poner en su lugar al alemán Markus Tacke, después siguieron las fugas de ejecutivos importantes y en noviembre, en plena tormenta bursátil, José Antonio Cortajarena, director de la asesoría jurídica, fue sustituido, como ya hemos contado, por Jürgen Bartl, que no sabe cabe castellano ni conoce el derecho español.

Esas decisiones, a juicio de Iberdrola, pueden ir en contra del compromiso de mantener la empresa bien radicada en España, lo cual puede tener un recorrido judicial.

Obviamente, Siemens tiene un 59%, lo que condiciona que esas propuestas salgan adelante. Sin embargo, según fuentes de Iberdrola, plantean una situación muy interesante porque “pondrán de manifiesto las contradicciones de Siemens. Si Siemens vota a favor los consejeros y accionistas habrán ganado mucho, si vota en contra las intenciones de Siemens quedarán manifiestas y a la vista de consejeros, accionistas y reguladores”.