Comenzamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos recogiendo los datos que la agencia Fides ha ofrecido recientemente acerca del número de misioneros —entre sacerdotes, religiosos y laicos--, asesinados durante el año pasado, el 2023. 

Pues bien: según la agencia vaticana, el año pasado fueron asesinados un total de 20 misioneros en todo el mundo (dos más que el año anterior), entre los cuales figura un obispo, ocho sacerdotes, dos religiosos, un seminarista, un novicio y 7 laicos.

Por continentes, África fue el más agresivo contra los misioneros, donde murieron nueve de forma violenta. Mientras que en América fueron asesinados un total de seis. Por su parte, en Asia se produjeron cuatro asesinatos. Por último, en Europa un laico murió también de forma violenta. 

Según el Papa Francisco (Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 120), “en virtud del Bautismo recibido, cada miembro del Pueblo de Dios se convierte en discípulo misionero. Cada persona bautizada, sea cual sea su función en la Iglesia o conocimiento de la fe, es un sujeto activo de evangelización”. 

Entre los peores países figuran Bielorrusia, China, India y Nicaragua

Seguimos con estadísticas y cifras, ahora las recabadas por la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en este caso sobre detenciones,  secuestros o asesinatos de sacerdotes y religiosos católicos también durante el año pasado, el 2023. 

En concreto, según ACN, la cifra de sacerdotes y religiosos católicos detenidos, secuestrados o asesinados durante el año pasado ascendió a un total de 132 (frente a los 124 casos de 2022).

Foto de ACN

(Foto cedida por ACN)

No obstante, la fundación pontificia precisa que el número podría ser mayor, debido a que en algunos lugares es muy complicado conseguir datos creíbles. 

Entre los peores países figuran Bielorrusia, China, India y Nicaragua, país este último sobre el que Hispanidad ha venido contando la represión a la que somete la dictadura nicaragüense a los católicos. Respecto a China, unos 20 curas habrían sido apresados al menos temporalmente. En cuanto a Bielorrusia, unos diez sacerdotes fueron capturados por el régimen. Y acerca de la India, unos cinco curas y una religiosa fueron apresados, aunque todos están libres con cargos. 

Para llegar a la gente y para que uno sea eficaz en su ministerio, se necesita un buen medio de transporte

Terminamos esta crónica semanal sobre cristianos perseguidos en Nigeria. El padre Andrew ha realizado unas declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) contando los peligros a los que se enfrenta en este país africano por el hecho de ser cura: “Ser sacerdote en Nigeria implica el peligro de ser secuestrado”.

Y añade: “Ser sacerdote hoy significa servir a Dios a través de la gente. Después de todos los problemas relacionados con un viaje, me da mucha alegría llegar a la iglesia de un pueblo y encontrarme allí a la gente sentada, esperándome; es muy alentador. En mi parte del mundo, la gente está hambrienta y anhelante de la Buena Nueva”. 

Un sacerdote va en moto para facilitar su misión en Nigeria. (ACN)

(Foto de ACN)

“Como sacerdote no sólo celebro misa. También me consultan sobre cuestiones de salud y, dada la situación en la que vivimos, soy un experto en seguridad. Cuando una comunidad es atacada o asaltada por secuestradores, es muy probable que yo sea el primero o el segundo en ser informado”, explica a Ayuda a la Iglesia Necesitada. 

Eso sí, “para llegar a la gente y para que uno sea eficaz en su ministerio, se necesita un buen medio de transporte. Dependemos de ello a la hora de visitar a nuestros feligreses, que a menudo se quedan completamente aislados por la lluvia o por el estado de las carreteras”, afirma. Y para ello es muy importante la ayuda que presta la fundación pontificia.