Inglaterra es uno de los países que siempre ha encabezado el reconocimiento de los transexuales. Abanderados de la causa, ahora se ven obligados a dar un paso atrás y han decidio suspender los tratamientos hormonales en menores.

Ha sido el Servicio de Salud inglés (NHS) el encargado de anunciarlo: dejarán de recetar bloqueadores de la pubertad en niños con disforia de género. El uso de estos bloqueadores de pubertad en menores se permitirá solo "como parte de la investigación clínica". Así, la Sanidad inglesa propone que "las hormonas supresoras de la pubertad no se receten de forma rutinaria ya que no hay suficientes evidencias para respaldar su seguridad o eficacia clínica", basando el enfoque clínico en una "exploración terapéutica cuidadosa" del niño como individuo. Además, se contempla una investigación para determinar cómo afectar los bloqueadores de la pubertad en menores. 

A todo lo anterior hay que sumar el incremento del número de casos de trans "arrepentidos" que buscan una "destransición", puesto que observan que su diagnóstico era otro: problemas alimenticios, depresión, autismo... y no la disforia de género. 

Inglaterra se suma a Suecia o Noruega, dando un paso atrás por el bienestar de los menores, mientras en España Irene Montero sigue orgullosa de su Ley

Algo que ya advirtió la psiquiatra infantil Caroline Eliacheff: en España se están usando métodos que otros países han prohibido "tras observar sus resultados perniciosos e irreversibles". Eliacheff alertaba de que en España se están usando métodos prohibidos en otros países: "Durante los últimos 30 años, si un menor quería cambiar de sexo se le aplicaba el denominado protocolo neerlandés: bloqueadores de pubertad y hormonas cruzadas". 

Pero a Irene nada de esto le importa.