Recientemente, el Salón de la Paz del Ayuntamiento de Münster (Alemania) acogió una conferencia del G7 organizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán.

La Sala de la Paz de Münster está dominada en el lado norte por un gran armario de pared, en cuyo centro se encuentra un crucifijo muy destacado, de 482 años de antigüedad, recoge Infocatólica de Kath.net.

Sin embargo, antes de la citada reunión, la ministra de Asuntos Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, mandó retirar la Cruz del salón histórico.

Hacer esto ha provocado una tormenta de quejas contra el Ministro de Asuntos Exteriores. «Profundamente entristecida» fue la reacción de la Federación de Abogados Católicos ante la noticia. «La cruz no sólo es para nosotros, los cristianos, el lugar donde se llevó a cabo la obra salvadora de Jesucristo, sino también un símbolo de la tradición cristiana de Occidente, sobre la que descansa el orden de paz de los tiempos modernos. En este contexto, la acción del Ministro de Asuntos Exteriores sólo puede considerarse ahistórica», dijo el presidente de la asociación, el abogado Roger Zörb, de Hamburgo.

Los máximos responsables diplomáticos de los países que forman parte del G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) mantuvieron desde el jueves de la semana pasada una cumbre de dos días en las que examinaron las implicaciones de la guerra de Rusia en Ucrania, el creciente peso económico de China y sus aspiraciones sobre Taiwán, y la situación en Irán tras las recientes manifestaciones en contra de la obligatoriedad del uso del velo islámico, recuerda Infocatólica de Kath.net.