Un golpe de autoridad... que afectaría a una empresa con 10.000 trabajadores. La excusa: impagos a proveedores
El vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, le ha cogido el gusto a las manifestaciones de poderío y ya ha ordenado estudiar la posible expropiación de Nueva Rumasa. O sea, que sería la segunda, después de la de 1983. La excusa: que Nueva Rumasa tiene problemas de liquidez y su especial forma de financiarse, al mejor de mercados regulados.
Alguno de sus mismos colaboradores piensan que es una locura. En primer lugar, porque no están los tiempos para poner en entredicho un grupo empresarial con 10.000 empleos directos. En segundo lugar, porque si un grupo tiene problemas de liquidez lo lógico es advertirle del asunto. En tercer lugar, porque las relaciones de José María Ruiz Mateos con el Gobierno Zapatero y con la Junta de Andalucía son excelentes. En estos momentos, está planificada una empresa en Jaén del grupo Dhul.
Además, está pendiente aún la sentencia de la primera expropiación, nada menos que 18.000 millones de euros que el Estado española debería indemnizar a Rumasa sólo por los activos inmobiliarios.
La vicepresidencia económica también se opone, pero Rubalcaba -si le das la espalda, te la clava- ha vuelto muy crecido.
Eulogio López
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