(Oído en radio, visto en TV) Núñez Feijóo (SER): "¿Esto será una broma, no? Que nos digan que rompamos con Vox cuando el PSOE está con Bildu"

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha pasado esta mañana por los micrófonos de la SER horas después de su reunión con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en La Moncloa. El todavía presidente de la Xunta, ha anunciado en la entrevista que dejará de serlo en mayo, ha destacado la cordialidad del encuentro y ha lamentado no poder dar "ninguna buena noticia" en materia económica. Feijóo había acudido con la petición de una bajada de impuestos. "Fue una reunión cordial y poco más. De tono correcto. No se preparó la reunión. Y por la mañana vimos en la prensa los 11 puntos que fue los que me presentó", ha dicho.

"Expuse como propuesta invertir 4.000 millones de euros para disminuir el IRPF e ir al IVA superreducido. La respuesta fue un no contundente. A pesar de la negativa, yo le voy a remitir la propuesta. Lo haré como medida persuasiva. El Gobierno tiene récord de recaudación", ha explicado. Feijóo ha insistido en que la ejecución de los fondos europeos lleva retraso: "Le he planteado que un 7% los dediquemos a los ciudadanos que hacen inversiones que puedan hacer una desgravación fiscal por el importe. El presidente me ha dicho que cree que no se puede hacer y yo creo que sí. Unos 5.000 millones de fondos europeos se pueden utilizar en este sentido".

"El Gobierno está recaudando y se lo queda porque a las comunidades autónomas se lo da a los dos años. Tiene un 15% más de recaudación", ha asegurado. El líder del PP se ha mostrado dispuesto a llegar a acuerdos con el Gobierno: "Si a mí me pide apoyar medidas económicas concretas lo discutiremos, pero si me pide apoyar sus políticas de pactos, yo no formo parte de esos pactos".

"El objetivo que tenemos es conseguir la agrupación del centro derecha en España y ganar las elecciones. No hacer de partido bisagra. ¿Esto será una broma, no? Que nos digan que rompamos con Vox cuando el PSOE está con Bildu", ha dicho en referencia al pacto alcanzado por el PP en Castilla y León.

Feijóo, considera "inadmisible" el giro que ha dado el presidente del Gobierno sobre el Sáhara Occidental y ha advertido a Pedro Sánchez que la soberanía reside en el Parlamento. "¿Hemos avanzado algo? ¿Ha merecido la pena que el presidente se vaya a ver al rey sin un apoyo? ¿Qué ha ganado España? Hemos hecho lo normal, la costumbre. Teníamos unas relaciones de cordialidad. Este ha roto el orden diplomático. Hay traído a un dirigente del Frente Polisario. Se monta el follón de todos conocidos y para resolverlo le entregamos a Marruecos el Sáhara". "Cuando sepa el impacto de la decisión sobre el Sáhara podré saber qué haría yo"

En RNE, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, ha dicho, preguntado por si han comenzado los contactos para la elección del CGPJ: "No, no han comenzado [...] Es verdad que ayer hubo buenas palabras por parte de Feijóo, pero falta dar un paso más".

"Llevamos pidiendo al PP que apoye el Decreto Ley durante semanas. El problema es que siempre prefieren estar en la oposición más dura y menos razonable".

"Ayer se abrió una nueva etapa en las relaciones con Marruecos, que es muy importante, es un socio y un amigo estratégico" . "La posición es España es la posición internacional [...] Apostamos por una solución mutuamente compartida por el Sáhara y por Marruecos y que esté dentro de la legalidad". "La españolidad de Ceuta y Melilla y su integridad territorial no es un tema que se haya debatido ni que se vaya a debatir".

"¿Cuántas mascarillas se dejaron de comprar por estos yates y Ferraris? ¿Cuántos respiradores? ¿Cuánta gente quedó desprotegida? Es profundamente inmoral".

En Onda Cero, Carlos Alsina comentaba: "¿Qué pudo haber hecho el presidente que eligió no hacer? Comparecer en el Parlamento, en sesión monográfica, para plantear a los diputados un cambio de postura de España sobre el Sáhara. Podía haber invitado a los grupos políticos a debatir los pros y los contras. Y podía haber propuesto que se sometiera a votación para conocer el criterio mayoritario.

En lugar de eso, se cartéo con el monarca arrogándose la representación de España, acudió a rastras al Congreso a despachar el asunto como si fuera un trámite indigesto en un pleno en el mezcló Ucrania con los descuentos de la gasolina y, de pasada, el Sáhara y demostró que lo que digan los grupos parlamentarios a él abiertamente le resbala.

No debería sorprenderse tanto de que el Congreso, ayer, haya querido hacer visible que en este asunto no habla en nombre de la sociedad española.

Porque ocurre que el presidente, que en la carta habla como si él fuera España, pero no es España. No es el Estado español y no es la sociedad española. Se ha ganado a pulso el roto que ayer le hicieron los grupos parlamentarios a su cena de Rabat en amor y buena compañía".

En la COPE, Carlos Herrera afirmaba: "Pedrito perdió por goleada en su encuentro con Feijóo porque deja en el aire la sensación de que había un adulto en La Moncloa, aunque solo fuera durante 3 horas. Convoca a Feijóo para intentar que el PP se rinda, ya se sabe cómo van aquí las cosas de este muchacho, o haces lo que yo quiero o… O para poder decir que sigue siendo un partido fascista y se encontró con un señor serio que exigía devolverle su dinero a los ciudadanos, especialmente, a los más desfavorecidos y que se apretara el cinturón el Gobierno, que se está forrando a costa de empobrecer al resto. Esto era muy fácil, Feijóo le dijo cómo devolverle 3.500 millones a los contribuyentes y dónde podría ahorrárselos Sánchez. Y Sánchez le contestó que él no se baja del Falcon. Esa es la imagen que queda del encuentro, un político que habla lo justo para decir bastante y otro que no para de hablar y no dice nada".

En Onda Cero, decía Raúl Del Pozo: "Después de los dos años de pandemia, vuelven los pasos. El Cristo clavado en la cruz y escarnecido en una semana de potajes y torrijas. Hasta los ateos se ponen cucuruchos.

En el entierro de Durruti sonó el himno de Semana Santa. Federico García Lorca salió vestido de nazareno en el año 1929 en las procesiones de Granada, y dictaba al oído poemas para que los cantaran los saeteros al Jesús del Madero.

Toda España es un auto sacramental, con borriquitos y soldados romanos.

Las procesiones de Castilla son ascéticas, con dolorosas de turbadora tristeza, Cristos en enaguas, cirios y latigazos.

Dice Miguel Delibes que la Semana Santa de Valladolid es el recogimiento sin algarabía ni estridencia. Lo importante es el silencio: un silencio espeso, sombrío y doliente que encubre y arropa una honda emoción popular.

La Semana Santa de Andalucía, por el contrario, es báquica. Con Cristos gitanos a los que se cantan saetas y son aplaudidos como matadores de toros.

En Cuenca, las turbas, se convierten en una catarsis de gritos y miserere.

Desde los tiempos medievales, saben en la ciudad levítica la hechura de la torrija: Miel y muchos huevos, rebanadas de picatostes, vino o leche con canela en rama.

Sonarán los tambores de Calanda y habrá filas de nazarenos vestidos de penitentes como los condenados de la Inquisición y los del Ku Klux Klan.

Recordemos, querido Carlos, que en el cuadro de la Santa Cena la jarra de vino está vacía.

Según el Evangelio, Cristo dio de beber a sus apóstoles y les dijo que el vino era su sangre. Por eso es oportuno hoy decir: ¡Viva el vino!".

En la SER, Miguel Sánchez Romero decía: "No hace falta ser experto en psicoanálisis para ver en los doce súper deportivos que ha comprado Alberto Luceño con sus ganancias una patológica necesidad de huir de sí mismo. Poder desplazarte a 325 kilómetros por hora es la mejor forma de asegurarte que tu conciencia no te alcance. Al mismo tiempo, esa familia numerosa de vehículos te provee también de las suficientes preocupaciones cuando no los conduces -mantenimiento, seguros, iteuves- como para que atenderlas te impida reparar en las muertes que te han hecho millonario.

Eso en cuanto a Alberto Luceño. En el caso de Luis Medina, las hipotéticas dudas que pudiera sentir sobre la ética de su enriquecimiento no son compatibles con la esencia del título familiar: de un ducado de Feria no puede uno esperar veleidades metafísicas. Les basta con tener oído para las sevillanas y que les siente bien el fino. Por cierto, es urgente que el gobierno implante ya una renta básica para la aristocracia. Nos salen más baratos como vividores que cuando se ponen a trabajar".