¿Quién lo entiende?

En Chile, el actual gobierno del presidente izquierdista Gabriel Boric comenzó el 11 de marzo de 2022, tras su victoria en la segunda vuelta de la elección presidencial, realizada el 19 de diciembre de 2021. Su mandato se extenderá hasta el 11 de marzo de 2026, fecha en la que debe producirse la investidura de su sucesor. 

Gabriel Boric pertenece al partido ultraizquierdista 'Apruebo Dignidad'. 

A la vez, en Chile se viene desarrollando un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución, que fue la gran promesa con la que en 2021 el entonces presidente, Sebastián Piñera, logró aplacar una ola de graves protestas bautizada como ‘estallido social’. 

Como se recordará, los chilenos rechazaron un primer texto -un primer intento de reforma constitucional- el 4 de septiembre de 2022, ya con Boric en el poder, en el que casi el 62 por ciento de los votantes prefirieron quedarse con el texto de 1989 (el de la dictadura de Augusto Pinochet, todavía vigente).

Y es que ese primer texto -presentado y rechazado en referéndum, redactado por una convención de mayoría izquierdista- contenía términos polémicos como la plurinacionalidad o un supuesto derecho al aborto y consagraba la ideología de género, el feminismo, el indigenismo, el comunismo y el ambientalismo. 

Entonces, el actual presidente Boric -que había hecho campaña por el 'sí' para el primer texto- dio inicio a un nuevo proceso constituyente cuyo primer paso era la elección de la nueva Convención, compuesta por 50 miembros que deberán redactar un nuevo borrador de Constitución.

Pues bien: ese primer paso se dio ayer domingo y el resultado fue el triunfo de la derecha.

En concreto, el Partido Republicano, partidario de mantener la actual Constitución chilena, arrasó este domingo en las elecciones constituyentes con el 35,6 % de los votos y al menos los 20 consejeros necesarios para tener poder de veto en el órgano constitucional, según el 80 % del escrutinio, recoge Infobae

En segundo lugar, quedó la lista Unidad Para Chile (28 %), integrada por la mayoría de los partidos que integran la coalición oficialista (el Frente Amplio del presidente Gabriel Boric, el Partido Comunista y el Partido Socialista), mientras que la tercera posición fue para la derecha tradicional de la lista Chile Seguro (21,6 %) y en la que se integran UDI, Renovación Nacional y Evópoli.

Los conservadores tienen juntos mayoría absoluta y aglutinan más de los 30 escaños necesarios para aprobar las nuevas normas constitucionales sin necesidad de pactar con la izquierda, lo que les permitirá así marcar el rumbo de la nueva propuesta de Carta Magna.

Los conservadores tienen juntos mayoría absoluta y aglutinan más de los 30 escaños necesarios para aprobar las nuevas normas constitucionales sin necesidad de pactar con la izquierda, lo que les permitirá así marcar el rumbo de la nueva propuesta de Carta Magna

El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast, dijo este domingo que “triunfó el sentido común” y pidió “que nunca más el sectarismo se apodere del país”. Kast, partidario de mantener la actual Constitución, señaló que los ciudadanos han elegido a su lista por su “compromiso y coherencia”. ”Logramos una meta importante, pero no es tiempo de dividir el país, sino de trabajar en unidad por el bien de Chile”, agregó.

Por su parte, Boric pidió al Partido Republicano “actuar con sabiduría y templanza” tras su apabullante triunfo en las elecciones constituyentes. E instó asimismo a “no cometer los mismos errores” de la izquierda durante el primer proceso constitucional. ”El proceso anterior, debemos decirlo, fracasó porque no supimos escucharnos entre quienes pensábamos distinto. Quiero invitar desde ya al Partido Republicano a no cometer el mismo error que cometimos nosotros”, indicó el gobernante. 

Según explica Fides, el nuevo El Consejo dispondrá de cinco meses para trabajar sobre el proyecto elaborado por los expertos. El texto final se someterá a referéndum el 17 de diciembre.

Fide recuerda que el largo proceso constituyente tiene su origen en la violencia callejera de octubre de 2019, que comenzó como protestas por el aumento del precio del transporte público y desencadenó la crisis política y social más grave en la historia del país andino vista en décadas.

La Iglesia, acusada de abusos de forma generalizada, también fue víctima de la violencia y los asaltos a lugares de culto, con destrucción de imágenes sagradas y vandalismo en lois templos

La violencia, con ataques a personas, destrucción de propiedades, saqueo de locales comerciales y enfrentamientos con las fuerzas policiales, causó muertos y heridos en varias ciudades. El gobierno decretó el estado de emergencia. La Iglesia, acusada de abusos de forma generalizada, también fue víctima de la violencia y los asaltos a lugares de culto, con destrucción de imágenes sagradas y vandalismo en iglesias. Las protestas fueron expresión de los sufrimientos y penurias cotidianas de la sociedad chilena en materia de trabajo, salud, seguridad ciudadana, educación pública, vivienda, pensiones, pobreza y problemas de inmigración, entre otros, recuerda Fides. 

En este momento, Chile enfrente numerosos problemas, que también han sido puestos de relieve por los Obispos en su habitual análisis de la realidad social en la última Plenaria: la grave crisis de seguridad, los niveles de violencia hasta ahora desconocidos, el aumento de la delincuencia organizada, a menudo asociada al narcotráfico, la corrupción...

En los últimos días se ha desatado la polémica en Chile por la falta de información a los ciudadanos sobre estas elecciones, razón por la cual hay poco interés por parte de todos, aunque seguramente muchos acudirán a las urnas ya que la participación es obligatoria y la falta de voto conlleva multas. 

El resultado de ayer domingo ha sido recogido por Electomanía:

Proyectado a escaños, la suma de partidos de derechas podría superar los 3/5 necesarios para impulsar las reformas constitucionales, también según Electomanía.